Hoy es el estreno mundial

Jurassic World Dominion, la unión de dos generaciones

Encuentro entre el elenco clásico, Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum, y el nuevo encabezado por Chris Pratt y Bryce Dallas Howard; se reduce al mero entretenimiento

Jurassic World Dominion.
Jurassic World Dominion.Foto: Especial
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Todos sabemos la trascendencia de la adaptación de la novela original de Michael Crichton perpetrada en 1993 por el legendario Steven Spielberg, Parque Jurásico. Aquella imagen con la pisada del tiranosaurio en primer plano, es indispensable para cualquier retrospectiva de la historia del cine. No sólo para ejemplificar el pináculo de los avances tecnológicos conseguidos, sino de la lucidez con que se pusieron al servicio de un poderoso manejo de la tensión para sustentar la fascinación generada por las criaturas, presentando a la par personajes que encontraron el encanto entre el terror y la ironía.

La saga encontró buenos momentos con una secuela, quizás un tanto manipuladora al abordar el drama sobre la paternidad, pero igual de efectiva en su desarrollo. Lo mismo con Parque Jurásico III, más recargada en la aventura, emocionante, pese a obedecer a una fórmula básica y depender más de la presentación de dinosaurios que no habían sido antes incluidos, que de una trama consistente.

Esto último es lo que heredó la saga Jurassic World, la errónea idea de dar prioridad a inventarse nuevas especies y otorgarles habilidades inesperadas, dejando en segundo término a los personajes empobrecidos por los clichés. Algo que empeora para la segunda parte, donde sólo atinaron a representar en una persona la unión de los dos mundos, y llevar al exceso el viejo discurso de convertir a tales animales en armas, teniendo al comercio desmedido como el gran villano. Hay una buena cantidad de temas, pero ninguno con desarrollo y lo que es peor, con tremendos altibajos de ritmo.

Hoy llega a los cines Jurassic World Dominion, la unión entre ambas a través de sus protagonistas, y lo primero qué hay que decir, es que por fin dejan de lado el afán de tomarse en serio lo que desde aquella Jurassic World: Mundo Jurásico, de por si planteaban alrededor de absurdos. El director Colin Trevorrow no tiene la habilidad de jugar con las posibilidades que ofrece este escenario que construyeron, donde los dinosaurios deambulan libremente, merodeando por las ciudades; detalle que ni se preocupan por explicar.

Cuenta con algunas espectaculares e intrascendentes secuencias de algún dinosaurio arremetiendo a barcos pesqueros. La amenaza, que una vez más es producto de la manipulación científica en pro de intereses económicos, es bastante genérica, pero les sirve para detonar dos búsquedas: el secuestro de una adolescente producto de una clonación y la cría de la velociraptor, Blue.

Ambos caminos provocan el encuentro entre el elenco clásico —Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum— y el nuevo —Chris Pratt y Bryce Dallas Howard—. Los primeros, gracias al cariño que se les tiene detonan los matices necesarios para que los segundos salgan del molde acartonado y enganchen dentro de la trama. Existen personajes secundarios que no aportan, como la piloto cuyas motivaciones son endebles y casi ridículas, pero llega a ofrecer momentos graciosos, referencias al resto de las películas, y secuencias de acción trepidantes plagadas de depredadores jurásicos.

El factor humano es lo que sustenta el concepto de la franquicia, y aunque en este caso eso dependa exclusivamente de la nostalgia, es suficiente para lo que se plantea como un parque de diversiones fílmico, el cual diferencia de sus dos predecesoras, funciona un poco más en la medida de que no engaña a nadie y se asume como lo que es, mero entretenimiento con nulas pretensiones.

Jurassic World Dominion.
Jurassic World Dominion.

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