Llevan al cine secretos de Parchis

Llevan al cine secretos de Parchis
Por:
  • jesus_chavarria

Las  giras interminables que les llevaron a presentarse ante miles de personas en España, Mexico y otras partes del mundo, las exhaustivas sesiones de grabación que redundaron en más de trescientas canciones que marcaron generaciones, las siete películas que protagonizaron —de las cuales la mitad fueron coproducciones con Argentina— y que llegaron con un éxito  inusitado a las carteleras hispanas; todo está referido en esta producción española, que se presenta como un recuento de ese fenómeno de popularidad ochentero infantil llamado Parchís.

Pero hay algo más, un valor agregado que no puede ser ignorado, el que su realización en este caso fue a través de una plataforma de crowdfunding, es decir gracias a la inversión directa del público, lo que le convierte en una innegable prueba del profundo amor que a casi tres décadas de que se extinguiera el grupo, aún le profesan sus fans, y es en ese sentido que el documental queda un tanto a deber.

No se puede negar que la investigación sobre la que se sustenta toda la propuesta es muy completa, e incluye el testimonio tanto de los integrantes originales de la banda —Yolanda Ventura, Gemma Prat,  Tino Fernández, David Muñoz, Oscar Ferrer—, así como de algunos de los que entraron al relevo, además de actores que les acompañaron en la pantalla grande —como el chico gordito que fungía como patiño, Rodrigo Valdecantos—, sus padres, los productores, los managers y hasta miembros de otras agrupaciones como Benny Ibarra de Timbiriche.

También se agradece que no eviten tratar algunos de los temas más delicados, como el descuido y posible explotación que sufrieron al ser niños famosos, el interés sexual que despertaban en algunos adultos —tanto en hombres como mujeres—, el accidente que sufriera ya siendo mayor y que le costara el brazo a uno de ellos, y la doble traición interna que redundó en el fin del concepto.

El asunto es que, a pesar de su gran extensión, ahonda muy poco en los mismos y deja de lado los procesos creativos y sus consecuencias, para concentrarse mucho más en el tipo de personalidades que tenían cada uno de ellos, en sus intereses y posibles noviazgos, volviéndose redundante y hasta frívolo.

Esto aunado a que ni un solo estribillo completo de sus canciones llega a escucharse y que no se incluyen segmentos significativos de sus películas, da como resultado un documental que no termina de funcionar del todo como fanservice, y que por lo convencional del formato, que es mucho más cercano a un reportaje televisivo, tampoco resultará de gran interés.

Aún así, los seguidores de la banda seguro agradecerán la oportunidad de reencontrarse con sus ídolos de la infancia, tal y como se pudo ver a la hora que éstos hicieron acto de presencia en el Teatro Diana, que lució abarrotado previo a su proyección dentro del programa del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, pero eso es todo.