Rebelión de los Godínez, otra descuidada comedia mexicana

Rebelión de los Godínez, otra descuidada comedia mexicana
Por:
  • jesus_chavarria

Parece increíble que a estas alturas, dentro de ese sector del cine mexicano que tiene como principal objetivo obtener ganancias impulsando productos de mero entretenimiento, sigan la línea de lamentables películas como No manches Frida 2 o Tod@s Caen y piensen que con replicar la más simple de la receta y dejarla correr es suficiente para que el chiste funcione.

Sin embargo así es, Rebelión de los Godínez no sólo hace honor a lo poco ingenioso de su trama que busca aprovechar la supuesta euforia que los temas de oficina y los contrastes culturales tienen en el actual panorama de las comedias de nuestro país —Mirreyes vs Godínez o Cindy la Regia—, sino que se esfuerza muy poco en cumplir con los lineamientos básicos para contar una historia, y mucho menos para que además sea graciosa.

REBELION



Teniendo como base la historia de un joven que de encargado de una pequeña tienda de celulares ubicada en la Frikiplaza del centro de la CDMX, pasa a las grandes ligas como desarrollador de aplicaciones, trabajando para una gran empresa a la que eventualmente intentará salvar, el director Carlos Morett apenas atina a encadenar un puñado de situaciones que transitan por todos los lugares comunes posibles y que se resuelven simple y sencillamente porque la fórmula lo dice y la trama necesita avanzar, aunque esto no tenga el menor sentido.

Es así que nos encontramos con una buena cantidad de personajes cliché sumergidos en planteamientos dique graciosos pero descuidados, que van desde los chistes más pequeños, como el que alguien se espere hasta el final para preguntar el significado de una palabra, cuando se supone que se la pasa trabajando todo el tiempo en Internet y podría haberlo buscado ahí; hasta otros más elaborados, dígase un concurso de karaoke en el que luego de pretender participar sin cantar, el protagonista gana por el simple hecho de ser eso, “el protagonista”.

Por otro lado y pese a lo arriba mencionado, de lo poco que puede reconocérsele a Rebelión de los Godínez es la convicción de los actores —empezando por Gustavo Egelhaaf y Anna Carreiro—, quienes se toman bastante en serio la comedia y le otorgan cierta frescura, además de que dentro de la trama todo sucede bastante rápido, incluyendo lo que tiene que ver con el recurso sentimentaloide que usan para sustentar las complicaciones del romance. En fin, ahí está la opción para quien busque entretenimiento —porque al menos aburrida no es-, y sea muy, pero muy poco exigente.