Una guerra brillante, un conflicto histórico carente de chispa

Antes de cualquier pretensión intelectual y artística, el cine ostentaba el estatus de curiosidad científica y muy pocos hubieran imaginado los alcances estilísticos que tiene hoy, de los cuales el director Alfonso Gómez-Rejón —muy experimentado en series de TV— se sirve para recuperar aquella magia primigenia con la que el aparato iba sorprendiendo a cualquiera que se cruzara en su camino; la usa en Una guerra brillante, su más reciente filme, para retratar el justo momento cuando el manejo y masificación del avance tecnológico de la manipulación de la luz eléctrica cambió la forma en que funcionaba el mundo.

Contando con Martín Scorsese como productor ejecutivo y los efectivos actores actores Benedict Cumberbatch y Michael Shannon al frente del reparto, The current war (su título original) se teje con un enorme sentido del espectáculo: la rivalidad producto de un pequeño, pero significativo, desdeño que le hace el inventor Thomas Alva Edison al ingeniero George Westinghouse, los lleva a protagonizar, en los albores de la llegada del siglo XX, una carrera por ganar el control de la energía que sustituiría al vapor.

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La historia, escrita por el guionista Michael Mitnick a partir de la adaptación del hecho histórico, se afana en mostrar cómo se involucraron en tal disputa, desde los mecanismos de investigación, hasta el desarrollo de estrategias para conseguir los recursos económicos, confundiendo por momentos el afán científico con la voracidad comercial y enfrentando los principios con el ego y la frustración.

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Sin duda resulta sumamente llamativa la forma en que, con un acabado sofisticado, en mucho resultado del deslumbrante juego de contrastes que ofrece el fotógrafo Chung Chung-hoon y una edición dinámica, se va delineando el fascinante escenario por el que deambulan científicos convertidos en celebridades con aire a rockstar, rodeados por las expectativas de una sociedad aún con la capacidad de sorpresa a flor de piel, los intereses empresariales,  además de las manipulaciones y posibilidades que ofrecía ya entonces el circo mediático.

Sin embargo, todo esto queda sólo como parte de la envoltura un tanto artificiosa de un relato de inicio trepidante que, conforme avanza, va dejando de lado el vértigo para concentrarse en la corrección narrativa, lo cual, aunado a su falta de compromiso, le lleva a estacionarse en lo anecdótico y quedar únicamente en un vehículo de entretenimiento de espíritu didáctico, con la propuesta visual como el principal atractivo.

Una guerra brillante

Director: Alfonso Gómez-Rejón

Género: Drama histórico

País: Estados Unidos

Año: 2017