Narco usa diferentes tácticas: párroco de Aguililla

”Aquí lo que hay es una batalla entre cárteles”

El pasado 8 de enero, elementos del Ejército y de la Guardia Nacional entraron a Tierra Caliente; el lunes, 23 personas perdieron la vida en hechos violentos en la entidad

Fuerzas federales ingresaron el 8 de febrero a Aguililla.
Fuerzas federales ingresaron el 8 de febrero a Aguililla.Foto: Cuartoscuro
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Durante los 46 días que van del año 371 personas han sido asesinadas en Michoacán, lo que coloca a esta entidad en el primer lugar a nivel nacional en este fenómeno.

Así lo revelan los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, los cuales arrojan que desde el inicio de la actual administración, el pasado 1 de octubre, mil 127 personas han sido víctimas de homicidio doloso.

Apenas el pasado ocho de febrero, elementos del Ejército Mexicano, en coordinación con la Guardia Nacional y la Policía estatal, ingresaron al municipio de Aguililla con el fin de “realizar operaciones para fortalecer el Estado de Derecho en la región de Tierra Caliente”.

Sin embargo, siete días después 23 personas fueron asesinadas, en lo que representa la segunda cifra más alta de homicidios en un solo día, luego del 18 de diciembre del año pasado, cuando se contabilizaron 28 personas que perdieron la vida en Guanajuato.

Cinco días después de la entrada de las fuerzas federales, un campesino murió y su hijo resultó lesionado, luego de que acudieron a su parcela, en el municipio de Aguililla, a revisar las condiciones en las que se encontraba, tras haberla abandonado ante la presencia del crimen organizado.

El campesino encontró la muerte cuando su camioneta pasó encima de una mina artesanal,misma que estalló e hizo volar la unidad.

“Decían: ‘pero tengan cuidado y no se metan a las parcelas porque aquellos han puesto minas. Nadie sabía ni dónde ni cómo, pero sí sabían que existían, por lo tanto muchas gentes, agricultores, habían casi abandonado sus cultivos porque no podías meterte a un lugar que sabías que había peligro y, no solamente el peligro del suelo, sino también en el aire por los drones o también en los francotiradores o las personas que estaban apostadas en los cerros y que veían algún movimiento y que antes de preguntar disparaban”, relató el párroco de Aguililla, Gilberto Vergara García, a este medio.

El líder religioso comentó que la disputa entre cárteles ha llevado a éstos a desarrollar múltiples tácticas para atacarse, las cuales antes no se habían visto, tal como las excavaciones en los caminos o cargar explosivos en drones que hacen estallar sobre sus enemigos.

“Esto es una guerra, ya no nos sorprendería cualquier tipo de artilugio, cualquier tipo de práctica que hemos visto en lugares que son de guerra continua, en conflictos bélicos graves como Afganistán, pero que los vemos aquí porque hay una guerra entre cárteles”, dijo.

Tras su más reciente intervención en el estado, la Secretaría de la Defensa Nacional dio a conocer que liberó 43 localidades que se encontraban bajo el control del Cártel de Jalisco Nueva Generación.

Pero contrario a lo que se buscaba, este operativo ha inquietado a la comunidad de Aguililla, según el párroco, quien habló del temor con el que viven los pobladores ante la posibilidad de que “el barrido” realizado por las fuerzas federales vaya a abrir la puerta a otros cárteles en la zona.

“Presencia y control son dos cosas distintas y nosotros lo que hemos visto es presencia militar, el control no lo conocemos”, dijo.

Frente a esto, recalcó que es necesario que el gobierno garantice la efectividad del operativo porque “no somos contrincantes en la guerra”.

  • El dato: Cinco días después de la entrada de las fuerzas federales a Tierra Caliente un campesino murió y su hijo resultó herido al pisar, con su camioneta, una mina terrestre casera.