Mantenerse activo en la vida adulta mayor es mucho más que una recomendación médica: es una de las herramientas más poderosas para conservar la independencia, la vitalidad y una buena calidad de vida.
A medida que pasan los años, el cuerpo experimenta cambios naturales, como la disminución de masa muscular, la pérdida de flexibilidad y un menor equilibrio, factores que pueden aumentar el riesgo de caídas o limitar las actividades cotidianas.
- El Dato: La alimentación es importante; por ejemplo, el déficit de vitamina D puede incrementar el riesgo de demencia; además, dormir es importante.
El ejercicio regular se convierte en un aliado fundamental para contrarrestar estos efectos y promover un envejecimiento más saludable con el fin de vivir de manera plena.
Diversos estudios han demostrado que la actividad física en personas mayores no sólo fortalece el corazón y mejora la movilidad, sino que también tiene un impacto directo en el estado de ánimo, la memoria y la salud emocional.
Mantenerse en movimiento puede transformar la manera en que los adultos mayores enfrentan su día a día, brindándoles mayor energía, autonomía y confianza y seguridad en su propio cuerpo.
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Los ejercicios recomendados para personas mayores a partir de los 60 años son los que están enfocados en la flexibilidad, la movilidad y el equilibrio, así como los que ayudan al corazón y la respiración.
Los movimientos cardiovasculares son una de las formas más efectivas de mantener el corazón fuerte y mejorar la capacidad respiratoria en los adultos mayores. Este tipo de actividad ayuda a incrementar la energía diaria, favorece una mejor circulación y contribuye a ma-ntener un peso saludable, aspectos esenciales para conservar la autonomía y el bienestar general.
Entre las opciones más recomendadas se encuentran las caminatas moderadas y el uso de bicicleta estática, que resultan ideales para quienes buscan movimiento sin impacto en las articulaciones. También se pueden realizar bailes suaves o subir y bajar escalones a ritmo lento.
- El Tip: practicar tango mejora la salud cardiovascular de los adultos mayores y aumenta el equilibrio.
Se recomienda realizar ejercicio cardiovascular entre 20 y 30 minutos, de tres a cinco veces por semana, adaptando siempre la intensidad a las capacidades y condiciones de cada persona para evitar lesiones.
Para el equilibrio, algunos de los ejercicios que se pueden implementar porque reducen el riesgo de caídas y mejoram la estabilidad son pararse en un pie con un apoyo cercano o caminar en línea recta y repetirlo todos los días durante unos cinco o 10 minutos.
Los ejercicios de flexibilidad ayudan a mantener la movilidad y aliviar molestias comunes, como tensión en cuello, hombros y espalda. Actividades sencillas, como estiramientos suaves de brazos y piernas, movimientos, como círculos de tobillos y muñecas, y prácticas, por ejemplo, el yoga suave o el chair yoga, permiten mejorar el rango de movimiento y facilitar acciones cotidianas, desde agacharse hasta girar el torso. Se pueden hacer entre cinco y 15 minutos al día para contribuir a la agilidad del cuerpo.
Para realizar estos ejercicios se recomienda evitar movimientos bruscos, mantener la hidratación, usar zapatos con buen soporte y detenerse si hay dolor intenso, mareos o falta de aire. Estas rutinas, adaptadas a las capacidades de cada persona, ofrecen una manera efectiva de mantener la salud física.