Fortaleza de San Juan de Ulúa en Veracruz, un lugar lleno de historia y misterio

Veracruz es un estado lleno de historia por ser el punto de llegada de los conquistadores, prueba de ello es la impresionante construcción medieval, la Fortaleza de San Juan de Ulúa, que ofrece a los visitantes un interesante viaje a la época en que españoles se defendían de ataques de piratas.

Ubicada en la pequeña isla San Juan de Ulúa, frente a la ciudad y puerto de Veracruz, fue construida hacia 1535, y según se sabe, los conquistadores emplearon esclavos negros para la edificación de ésta.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cuenta con obras defensivas exteriores de avanzada formadas por el Revellín de San José —el cual tiene 12 bóvedas a prueba de bombas con 16 cañones, dos aljibes, un foso inundado y un puente levadizo que lo unía con el resto de la fortaleza— y dos lunetos, Santa Catarina y Nuestra Señora del Pilar.

Se conformaba también por siete bóvedas destinadas para almacenar víveres y pólvora, además de una escalera y una rampa que conducía al terraplén donde se colocaba la artillería.

Durante la Colonia, mercancías provenientes de Europa se desembarcaban en San Juan de Ulúa, ya que este lugar y Veracruz fue el único puerto autorizados por la Corona española para el comercio con el Viejo Continente.

En el recorrido, los visitantes podrán dejarse sorprender por los arcos que se observan al interior de la edificación, que se caracteriza por su poca luz y excesiva humedad, factores, que cuando en el siglo XIX se convirtió en cárcel, servía para mermar la salud de los prisioneros, entre quienes se encontraban, criminales, sospechosos de brujería o herejía, opositores políticos, periodistas e intelectuales críticos con el gobierno en turno.

En la época en que este lugar fue prisión fueron encarcelados importantes políticos mexicanos como Benito Juárez, Fray Servando Teresa de Mier, Francisco Xavier Clavijero y Carlos María Bustamante; además de algunos huelguistas de Cananea y Río Blanco.

En la cárcel también estuvo el famoso bandido Jesús Arriaga, Chucho El Roto, quien según se cuenta, logró burlar la seguridad del sitio y pudo escapar para reunirse con Matilde Frizac.

La fortaleza fue testigo de la intervención francesa de 1838 y las estadounidenses de 1847 y 1914.

En el paseo por la fortaleza los turistas también pueden ser testigos de la diversidad de arrecifes con los que cuenta la construcción, éstos sirvieron para edificarla. El coral conocido como piedra múcara o múcar era extraído del fondo del mar y tras secarlo al sol era aserrado en bloques para erigir cimientos y muros.

Subir a los edificios que conforman la fortaleza también se convierte en una experiencia sin igual, se pueden admirar las impresionantes vistas al mar y al puerto. A lo lejos se ven los barcos mercantes que ingresan y salen de los muelles del puerto de Veracruz.

Actualmente este lugar histórico también conserva algunos cañones que eran utilizados por los españoles para defenderse. Además de un puente colgante que conduce a una impactante edificación que parece un castillo.

Para acudir a la fortaleza se recomienda llegar en auto o tomar uno de los tours que salen del puerto, donde al volver se puede degustar un exquisito lechero en la tradicional Parroquia de Veracruz, acompañado de una deliciosa Bomba (concha con frijoles).