Italia el destino ideal para disfrutar de la dolce vita

Con sus monumentos y zonas históricas de diversas épocas, Italia es uno de los países europeos más atractivos para los turistas de todo el mundo. Sus ciudades principales —Roma, Florencia, Venecia, Milán y Nápoles— atesoran la herencia cultural de una nación que se ha reinventado.

En sus centros urbanos, las ruinas de la época del Imperio Romano conviven con la monumentalidad de las construcciones renacentistas, barrocas y neoclásicas que a lo largo de los años se han distribuido en sus centros históricos.

Complementan la visita, la imperdible gastronomía italiana, la más famosa del mundo, con platillos que incluyen pastas de todo tipo, pizza —de origen napolitano—, risotto y postres, como el tiramisú.

VENECIA: Sobre millones de pilotes de madera descansan decenas de palacios, monumentos, teatros e iglesias —la más famosa, la Basílica de San Marcos—, todas rodeadas por las aguas de la laguna del río Po. La vista desde las góndolas y los puentes cautivan por la admirable ingeniería de la ciudad, que además alberga incontables tesoros artísticos de Bellini, Tintoretto, Tiziano, entre otros artistas renacentistas y barrocos.

FLORENCIA: La capital de la Toscana fue el punto de partida, hace más de 600 años, del Renacimiento, con lo que actualmente la urbe resguarda una inconmesurable cantidad de arte europeo, así como admirables construcciones que despuntan sobre el horizonte. La catedral de Santa María del Fiore, la Basílica de San Lorenzo, el Palazzo Vecchio y el Palazzo Pitti, entre muchos más, son imperdibles testimonios del ostentoso pasado de la ciudad.

NÁPOLES: Con el monte Vesubio de fondo, esta ciudad bañada por las aguas del Mar Tirreno atrae por sus suntuosas edificaciones góticas y neoclásicas. La historia y el mito conviven aquí de manera singular, pues sus castillos, según la tradición popular, protegen este lugar de catásfrofes; las iglesias, como la de San Genaro, atesoran reliquias sagradas, como la sangre del patrono de la urbe.

MILÁN: Ubicada en la región de Lombardía, la metrópoli une la tradición histórica con la modernidad europea; actualmente es el principal polo económico de Italia y es considerada la capital de la moda y el diseño mundial. Sus museos e iglesias de estilo gótico, como el Duomo de Milano, armonizan con edificaciones más actuales como la Galería Vittorio Emanuele II, de estilo neorrenacentista fundada en el siglo XIX.

ROMA: La Ciudad Eterna deslumbra por ser un museo al aire libre, se pueden visitar palacios y monumentos de la Época Imperial, la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco. La capital goza de un clima cálido gran parte del año, ideal para disfrutar de paseos por sus amplias plazas con escalinatas y fuentes, como la Fontana Di Trevi. El Coliseo, del Siglo I, es uno de los lugares emblemáticos.