Foto Cuartosuro
Yecapixtla,ya no es la misma. Hace 50 años, en la capital mundial de la cecina, todo el proceso de producción se realizaba aquí, desde la cría y engorda del ganado hasta la preparación del exquisito manjar.
Hoy la totalidad de la carne es importada de Wichita, en el estado norteamericano de Kansas.
En la calle principal del municipio, Emiliano Zapata, un negocio sí y otro también son pequeñas fondas en las que por 140 pesos se puede comprar un kilo de cecina. Las tortillas, el queso, la crema y la salsa son gratis.
“Cuando aquí se dejó de producir la carne, hace como 30 años, la empezaron a traer de Tabasco, pero luego empezò a escacearse y cada vez era màs difícil conseguirla, hasta que de plano se decidió importarla”, dijo Margarito González, propietario del restaurante El Consentido.
—¿Cuándo empezaron a importar la carne, Don Margarito?
—Hace diez años, porque la de Tabasco empezó a escacearse y nosotros teníamos la necesidad de seguir vendiendo.
—¿Y por qué de Kansas?
—Porque la del país está muy escasa y es difícil conseguirla. Cuando uno la pide casi nunca hay, entonces no podemos estar atenidos a ella”.
—¿En cuánto se las venden?
—Depende. A veces en 110 pesos, a veces a 120; hay veces que viene más cara.
—¿Y cómo la traen hasta acá?
—En tráiler. Llega un tráiler lleno como cada tres semanas con la carne congelada.
—Y no pierde su sabor?
—Pues algo, pero no mucho, la gente casi no se da cuenta.
Pocos lo saben, pero la cecina que se comen ya perdió su origen mexicano y morelense, y aunque la carne se prepara igual —salada o enchilada—, pues ya no se produce en México y eso sí nos apena”, dice Don Margarito con un dejo de tristeza.
Con cincuenta años de experiencia preparando cecina, el propietario de El Consentido pidió a las autoridades “tomar cartas en el asunto y devolvernos la dignidad de decir que nuestra cecina ya toda se hace México”.

