Es viernes y Óscar Mario Beteta ha terminado su transmisión, aún así no deja de exhibir los rasgos de un hombre cargado de adrenalina, hiperactivo: el ir y venir, así sea con la mirada, el estar pendiente. Sobre la mesa con forma de herradura de la cabina de Radio Fórmula se desbordan los diarios del día. Es la víspera del aniversario de En los Tiempos de la Radio, la exitosa emisión noticiosa que este sábado cumple 22 años, y también la razón por la cual el periodista reflexiona en esta entrevista.
Adrian Castillo: ¿Cuáles son las claves de un programa de radio y de noticias con tan alto rating?
Óscar Mario Beteta: Valorar que no siempre se tiene la oportunidad de trabajar en lo que te gusta y por ello levantarse todos los días con buen ánimo, saber que cada jornada es distinta y que vas a estar platicando y conversando con quienes hacen la noticia. Que debes ofrecer al auditorio las preguntas que ellos quisieran formular a tus invitados: yo creo que ahí está buena parte de lo que nos ha permitido permanecer durante 22 años en la radio.
Castillo: ¿Es la conexión con la gente?, ¿con los intereses de la gente?
Beteta: Es tratar de adivinar lo que el auditorio quiere saber sobre los temas que se abordan en este espacio día tras día. Y digo tratar de adivinar porque siempre hay dos o tres temas obligados sobre los cuales abordar en una entrevista, pero es ese “algo más” lo que le tienes que dar al auditorio, en eso está la ventaja comparativa o competitiva.
Castillo: Eso recae en la intuición suya, personal.
Beteta: Sí, definitivamente.
Castillo: Eso me lleva a preguntarle sobre el tema de las personalidades en los medios noticiosos, sobre este “Star system” que existe.
Beteta: Aquí y en cualquier actividad impera la máxima de que “el que se la cree, pierde”. Tú tienes que llegar todos los días sabiendo que en esta profesión eres sólo una especie de intermediario entre el auditorio y tus invitados, y la estrella, el protagonista, al menos desde mi perspectiva, es siempre el invitado, no es uno. Hay quienes piensan diferente y con todo respeto han sufrido la consecuencias.
Castillo: ¿Cree que en México la audiencia adopta un programa, un periodista…?
Beteta: Sí, un estilo. La gente se casa con el estilo del conductor, es como un médico: no es lo mismo que te opere tu doctor, a que lo haga el asistente del médico. No es que no le tengas confianza, es más bien un poco eso de “más vale malo por conocido que bueno por conocer”. Quienes nos hacen el favor de escucharnos saben que comulgamos con ciertos principios y valores. Yo sí creo que puedes hacer un periodismo ciento por ciento plural pero no ciento por ciento objetivo, entonces sí hay este estilo, esta sensibilidad propia, la forma en que interpretas los hechos para darle al auditorio lo que desde tu perspectiva es el análisis de la noticia.
Castillo: ¿Cómo han ido variando los intereses de tu programa en este tiempo, en materia de línea editorial?
Beteta: Cuando me dan la oportunidad don Rogerio Azcárraga y Jaime Azcárraga de comenzar en Grupo Fórmula, hace 22 años, eran 45 minutos o una hora y abordábamos exclusivamente temas económicos, financieros y bursátiles, así estuvimos tres años quizá, y nos dimos cuenta de que para competir en la radio abiertamente y comercializar el espacio —porque vivimos de los patrocinios—, tenía que incluir la política y el análisis de este tipo, porque si no, nos mantendríamos muy especializados y a la vez muy rezagados entre las otras alternativas que por cierto antes eran pocas —eran dos, y ahora creo que hay 25 o 26 a nivel local, pero dos o tres cadenas tienen repetidoras a nivel local, y en el caso de Radio Fórmula con auditorio en Estados Unidos—. A mí me llamó mucho la atención, porque yo vengo de una familia que se ha especializado en estas dos áreas y te quiero decir con humildad que es parte de mi ADN. Entonces, meterme en el ámbito de la política siendo economista no me costó ningún trabajo; al contrario, me apasiona más la política que lo económico–financiero. Hace 18 años incluimos esta variable y poco a poco la gente nos fue aceptando y digiriendo y es como finalmente fuimos creciendo para permanecer.
Castillo: Hay una contradicción, porque a la gente le gusta cada vez menos la política pero los políticos y ustedes apostaron a eso.
Beteta: Bueno, desgraciadamente las decisiones en este país las sigue tomando la clase política, eso es un hecho. La iniciativa privada, que es la que invierte y genera empleos, ha tenido o le tuvo que rendir pleitesía a la política, aunque ahora quizá con el triunfo de El Bronco y de otros candidatos independientes, la sociedad comienza a sentir que su voto vale y que está saliendo de ese secuestro en el que la ha mantenido la partidocracia en la democracia. Es parte de ese giro de 180 grados que mantiene el interés en este rubro de manera distinta. Antes de los resultados electorales del 7 de junio, siempre habíamos estado en este país entre lo que dice la clase política y —bueno, malo o regular—el desempeño de la economía, las crisis recurrentes, ¡cuántas hemos atravesado en 18 años! Yo creo que llevar en paralelo el tema político y el económico–financiero–bursátil ha sido una buena combinación.
Castillo: ¿Cómo valora usted la relación de su espacio en la radio con el poder?, ¿cómo ha sobrellevado esa situación en una época cambiante?
Beteta: Tratamos de mantenerlo muy plural. Pero además la gente sabe con qué comulgamos y con qué no, como ocurre en cualquier lugar, en cualquier país. La gente ya te identifica con una ideología. Eso no debe molestarnos.
Castillo: No es algo condenable.
Beteta: No. Y si no sigues con esa congruencia intelectual empiezas a perder credibilidad. Puedes cambiar, pero en mi caso siempre he mantenido afortunadamente esa congruencia.
Castillo: ¿Cómo podría definir esa posición ideológica suya?
Beteta: A veces me dicen que soy de extrema derecha, a veces de derecha, a veces de centro. Nunca de izquierda. Pero, ¿quien define qué es izquierda, derecha o centro en este país? ¿Cómo entiendes que un partido de derecha como es el PAN, uno de izquierda como es el PRD, de extrema izquierda como es Morena, de Centro como es el PRI, supuestamente, puedan estar llevando a cabo alianzas?, es como juntar agua, aceite y leche. Aquí es exactamente lo mismo, no puedes decir que soy de A, B, C o D, si sabe el auditorio con lo que tú no empatas.
Castillo: ¿Ha sido más difícil hacer periodismo antes o después de la alternancia?, hablando de censura y control.
Beteta: Yo creo que hubo censura y nos tocó vivirla hasta la mitad del sexenio de Carlos Salinas de Gortari. La muerte de Colosio y la llegada al poder de un presidente como Ernesto Zedillo abre la libertad de expresión sobre todo en la radio, no tanto en la TV ni en la prensa escrita, y después Zedillo de manera objetiva, transparente o intencional cuando sale a ratificar el triunfo de esta alternancia, que vuelve al principio las cosas difíciles, porque estábamos viviendo algo diferente en México. Ahora con los candidatos independientes, y en la forma de hacer política, el país va a continuar con ese rumbo que hemos tenido durante muchos años.
Castillo: ¿Cómo es la rutina de preparación del programa?
Beteta: Somos un equipo, entre el staff y los colaboradores, analistas y comentaristas, de poco más de 40 personas, casi 50. Y aquí se ha dado algo que me da mucha satisfacción: la permanencia de quienes son sustento de este programa. Te puedo hablar de 15 personas que son pilares de esta emisión y llevan hasta 16 años aquí y eso te da estabilidad y te fortalece. Han creído en el proyecto y han creído en mí. Me siento muy honrado y los resultados siguen siendo buenos.
Castillo: ¿Cómo se procesa aquí la información?
Beteta: Dos equipos elaboran el programa: el turno de la mañana, que empieza a las cinco de la mañana y concluye a las cuatro o cinco de la tarde, y después el segundo, que empieza a las seis de la tarde y se va a las dos o tres de la mañana. Constantemente estamos en contacto con las personas que están elaborando y actualizando las notas para preparar el programa del día siguiente.
Castillo: ¿Si hoy pudiera empezar un programa nuevo, qué le quitaría o cambiaría?
Beteta: Cuando los señores Azcárraga me dicen que me meta a lo político porque nos vamos a rezagar, también iniciamos con esto que muchos también han imitado: el resumen de las columnas político–financieras y el de las primeras planas de los diarios. Eso nos ha dado una fortaleza y una ventaja porque sigues informando al auditorio sobre los temas que se están comentando en el café entre la clase empresarial, la política y la gente común y corriente. Estos son dos productos que nos han permitido permanecer, incluso sin cambiar ese estilo y la forma de hacerlo. Bueno, yo sí tengo que actualizarme, cambiar un poco, ir avanzando y tratando de percibir lo que quiere el auditorio.
Castillo: No modificaría gran cosa.
Beteta: Hasta hoy, no. Yo me llevaría el mismo modelo, porque ha sido exitoso, pero mejor nos quedamos aquí por muchos años más, porque realmente don Rogerio Azcárraga y Jaime Azcárraga nos han brindado apoyo total y absoluto, son empresarios a los que llegas a querer tanto que se convierten en parte de tu familia.
Castillo: Expectativas a futuro.
Beteta: Seguir igual, tratando de hacer lo mejor día con día y actualizándonos en todos los aspectos para cumplir con las expectativas del auditorio y estar muy pendientes de la competencia. Nunca creer que ya la hicimos, que estamos bien, que la aceptación del auditorio es por siempre y para siempre.
