Foto Cuartoscuro
Con dos horas de retraso siete peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), así como personal de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) iniciaron los trabajos para exhumar el cuerpo del normalista Julio César Mondragón, desollado el 26 de septiembre de 2014.
La exhumación se tenía prevista a las 9:00 horas, pero el convoy de patrullas y ambulancias del Servicio Médico Forense arribó a las 11:00 al panteón de San Miguel Tecomatlán, Estado de México, y de inmediato se montó un dispositivo de seguridad en la zona para iniciar la diligencia de extacción del cuerpo.
En un comunicado difundido a través de la página web El rostro de Julio, se señala que la PGR proporcionará las instalaciones de su Coordinación General de Servicios Periciales en el Distrito Federal para realizar hoy los estudios en los que participarán 22 peritos en materia de medicina, antropología y fotografía forense.
“De antemano anunciamos que no permitiremos que se entorpezca el trabajo del EAAF y que denunciaremos de inmediato cualquier obstáculo o mal manejo de la situación por parte del Estado mexicano”, dice el texto firmado por familiares del normalista y el colectivo, en el que demandan a las autoridades confidencialidad en los resultados de los peritajes, “una vez que nosotros los conozcamos tomaremos posición al respecto”.
“La autopsia realizada en Iguala se hizo sin profesionalismo ni rigor alguno, concluye que el rostro de julio fue arrancado por fauna del lugar. Las autoridades del estado de Guerrero hicieron caso omiso de las claras señales de tortura que presentaba su cuerpo”, refiere.
