Y fue Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, el que aprovechó su visita a Chicago para dirigirle un mensaje al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Ante la comunidad mexicana y con la estatua de Benito Juárez como testigo, el legislador morenista advirtió que la promesa de una “América grande” queda en entredicho si se respalda con políticas discriminatorias. “No puede haber una América grande con racismo”, señaló Noroña, al subrayar que millones de connacionales trabajan, pagan impuestos y han hecho de EU su hogar, independientemente de su estatus migratorio. Recordó también que el éxito de la economía estadounidense se sustenta también en el esfuerzo de estas personas, a quienes se pretende negar el trato justo y la permanencia. Si Trump insiste en construir su versión de grandeza sobre la exclusión, el desprecio y la persecución, lo único que logrará será socavar la propia esencia de un país que presume libertad y oportunidades, dijo. Y sonó bien, nos dicen, echado pa’lante, sólo que ahora falta que el republicano, siquiera, manifieste acuse de recibo.