Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), organismo creado durante el sexenio pasado para garantizar el abasto alimenticio, y sus filiales Liconsa y Diconsa, no dejaron de incurrir en irregularidades financieras durante el 2023, año en el cual se les encontraron anomalías por 452 millones 378 mil pesos en conjunto, con lo cual ya acumulan casi siete mil millones de pesos que, de no subsanarse, representarán un posible daño al erario.
En la última entrega de la Cuenta Pública del año mencionado, proporcionada este jueves por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la Cámara de Diputados, se encontró que Segalmex tiene pendientes por subsanar 146 millones 603 mil pesos; Liconsa, 45 millones 101 mil pesos, y Diconsa, 260 millones 674 mil pesos.
- El dato: Productores de frijol de Tamaulipas mantienen un plantón frente a la Segalmex en Ciudad Victoria para exigir que cumpla con el compromiso de comprarles la cosecha.
De esta forma, las inconsistencias aún no subsanadas desde el 2019, por los tres organismos, ascienden a cuatro mil 279 millones por parte de Seguridad Alimentaria; a mil 673 millones, en el caso de Liconsa, y a 960 millones de Diconsa, que en suma son seis mil 912 millones de pesos.
De las nuevas observaciones hechas por la ASF a Segalmex, se encuentra que adquirió 137 mil toneladas de maíz blanco a Sinaloa, con el cual no acreditó ni garantizó que los recursos federales fueran destinados a la población rezagada del país, como lo estipulan los objetivos de sus programas.
La auditoría enfatizó que a pesar de que Segalmex entregó la documentación respectiva a las erogaciones hechas durante el 2023, se constató que no se proporcionó la totalidad de los documentos que acrediten los servicios y se realizaron pagos por una partida distinta a la convenida, lo que ocasionó que los servicios tuvieran un costo mayor al acordado.
También, se realizaron pagos por toneladas no transportadas; se emitieron certificados de depósito por cantidades menores de maíz a las que amparan las boletas de recepción, y no se realizó el calendario de surtimiento para la entrega de frijol, entre otros.
Asimismo, se identificó que el organismo otorgó contratos por medio de adjudicación directa sin justificar el por qué no se recurrió a las licitaciones públicas; además, en esto se encontraron inconsistencias y deficiencias como falta del establecimiento de obligaciones con las que tendrían que cumplir los proveedores y cálculos erróneos, entre otros.
En cuanto a Liconsa, la observación mayor es por 35 millones 267 mil pesos, por pago a proveedores entre el 1 de enero y el 19 de agosto, que rebasaron el límite de vacas en ordeña y a quienes no aplicaba el precio de garantía, pero aun así fueron acreedores.
Pero, además, se encontró que pagó un millón 26 mil 898 pesos a dos proveedores que fallecieron meses atrás respecto de la fecha en que se realizaron los contratos.
Para el caso de Diconsa, se identificó que no cumplió con obligaciones en cuanto a sus estados financieros; además, hubo devoluciones de maíz y frijol a Segalmex, de lo cual no se acreditó alguna reposición o devolución de los recursos pagados.
