Con 85 votos a favor, 39 en contra y una abstención en lo general, 81 a favor y 39 en contra en lo particular, el Senado de la República aprobó las leyes secundarias de la reforma energética que envió la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Con el paquete de reformas aprobadas, el Estado mexicano retoma el control de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
- El Dato: La iniciativa presidencial modifica las leyes del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización, de la Administración Pública y de Ingresos sobre Hidrocarburos.
En la sesión, Morena y sus aliados también aprobaron la expedición de las leyes de Planeación y Transición Energética, de Biocombustibles, de Geotermia, de la Comisión Nacional de Energía, del Sector Hidrocarburos, del Sector Eléctrico, así como de Pemex y de CFE.
Presidenta ve una “andanada de calumnias” contra la 4T
Uno de los cambios estructurales más significativos es la creación de la Comisión Nacional de Energía, que sustituirá a la Comisión Reguladora de Energía (CRE). También se absorberá la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) para centralizar la regulación y supervisión del sector.
La morenista Laura Itzel Castillo mencionó que esta reforma es trascendental, ya que la defensa de la soberanía es una prioridad, por lo que se rescatará a Pemex y la CFE para convertirlas en empresas “verdaderamente productivas”, pero con carácter público y no mercantil.
Estableció que con las leyes, el Estado mantendrá el 54 por ciento de la generación de energía para su distribución en el Sistema Eléctrico Nacional, por lo que se proveerá al pueblo el suministro eléctrico a un menor costo, incorporando el concepto de justicia energética.
En el debate, el priista Miguel Ángel Riquelme comparó la reforma, con la propuesta por el expresidente Enrique Peña, al asegurar que hay coincidencias, pero ésta “es una versión maquillada, a su estilo opaco, con el 90 por ciento de esta reforma que mantiene el modelo estructural de 2013; el 10 por ciento restante, como es una constante en las reformas de Morena y sus aliados, propone opacidad, discrecionalidad, saqueo y violenta el Estado de derecho”.
Acotó que en 2013, los que ahora son Gobierno “nos llamaron vendepatrias”, mientras que, en la actualidad, el oficialismo “presenta la misma reforma, pero como una alianza estratégica con visión de futuro. ¿Cómo le podemos llamar a su reforma? ¿Pacto por México, segunda parte? ¿O neoliberalismo del Bienestar?”.
En su oportunidad, la emecista Alejandra Barrales, coincidió en la crítica a la modificación: “Me da mucha pena ver que se está defendiendo y se está presentando una propuesta en la que más del 90 por ciento de su contenido es la copia fiel de esa reforma de la que nos quejábamos”.
Sin embargo, reconoció que hay algunos planteamientos de carácter positivo en la iniciativa impulsada por la Presidenta, entre ellos, el que se destaque el carácter público de Pemex.
El panista Agustín Dorantes consideró que esta reforma tiene ventajas como la limitación de la inversión privada, la transición energética y la simplificación administrativa, pero señaló que también se insiste en “continuar hundiendo a Pemex”, por los adeudos que tiene pendientes y que impactan a las familias.
Todas las reservas presentadas por la oposición fueron rechazadas por el pleno, por lo que después de ser aprobada en lo particular la minuta fue remitida a la Cámara de Diputados.
Y también va cambio al régimen fiscal de Pemex
La Cámara de Diputados aprobó, en lo general y en lo particular, con 338 votos a favor, 127 en contra y cero abstenciones, el dictamen que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, por lo que la minuta fue enviada al Senado para su revisión y eventual aprobación.
El dictamen aprobado propone un nuevo régimen fiscal para Pemex, con el objetivo de reducir la carga administrativa y los costos operativos de la empresa, así como garantizar que sus ingresos sean suficientes para cubrir necesidades de inversión y expansión.
La iniciativa, presentada por el Ejecutivo federal, incluye la creación del Derecho Petrolero para el Bienestar, que reemplazará el esquema fiscal actual de Pemex con un modelo de tasa única sobre los ingresos brutos del asignatario. Con este nuevo derecho, a Pemex le aplicará una tasa unificada del 30 por ciento para hidrocarburos y del 12 por ciento para gas no asociado.
- El Tip: De 70 reservas presentadas, fue aceptada una del PT para calcular las contraprestaciones del gas y que esté acorde a la gasolina.
La presidenta de la Comisión de Energía, la morenista Rocío Abreu, destacó que con esta reforma se brinda estabilidad en materia energética, ya que “fortalece financieramente a la empresa y ayudará a avanzar hacia la soberanía energética. Con la reforma se aprovechará el gas y se trabajará en el desarrollo de parques industriales, con lo cual habrá generación de empleos y se buscará estabilizar los precios de las gasolinas y el gas”.
En contraparte, la oposición manifestó su preocupación por el impacto que esta reducción fiscal podría tener en las finanzas públicas, ya que desde 2019 las obligaciones de la empresa respecto de sus ingresos se han reducido de 65 a 30 por ciento.
Héctor Saúl Téllez, del PAN, alertó que la disminución en la recaudación podría ascender a los 55 mil millones de pesos y afectar recursos destinados a sectores clave como salud, educación y seguridad. Además, cuestionó la eficacia de las reducciones fiscales previas, argumentando que, pese a los apoyos y exenciones otorgados a Pemex, el déficit de la petrolera estatal asciende a 1.2 billones de pesos.
