Con ceremonias espirituales

Equinoccio de primavera: lugares para recibirlo con un ritual tradicional en México

El equinoccio de primavera, que marca el inicio de la estación, se celebra en México con ceremonias tradicionales que honran las costumbres prehispánicas y la conexión con la naturaleza

El equinoccio de primavera será el 20 de marzo.
El equinoccio de primavera será el 20 de marzo. Foto: Especial/ Cuartoscuro

El equinoccio de primavera, que ocurrirá el próximo 20 de marzo, es un fenómeno astronómico que marca el inicio de esta estación en el hemisferio norte. En México, este evento ha sido celebrado durante siglos, no solo por su relevancia natural, sino también por su conexión con las tradiciones indígenas que lo enmarcan como un momento de renovación y balance entre el día y la noche.

A lo largo de la historia de México, diversas culturas prehispánicas, como los mexicas y los mayas, observaban este cambio estacional y lo vinculaban con rituales para pedir por una buena cosecha, el equilibrio del universo y la salud de la comunidad. Hoy en día, estas prácticas se mantienen vivas en diferentes regiones del país, con ceremonias que reúnen a miles de personas para rendir homenaje a la naturaleza y a los ciclos del cosmos.

En lugares emblemáticos como Teotihuacán, Chichen Itzá, Uxmal, Tepoztlán, en la zona Arqueológica del Ixtepete y Tlaxcala, miles de personas se reúnen para rendir homenaje al sol y a los ciclos cósmicos, participando en rituales, danzas y ofrendas.
En lugares emblemáticos como Teotihuacán, Chichen Itzá, Uxmal, Tepoztlán, en la zona Arqueológica del Ixtepete y Tlaxcala, miles de personas se reúnen para rendir homenaje al sol y a los ciclos cósmicos, participando en rituales, danzas y ofrendas. ı Foto: Especial/ Cuartoscuro

A continuación, te presentamos algunos de los lugares en México donde puedes recibir el equinoccio de primavera de manera tradicional:

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Teotihuacán, Edomex

Teotihuacán, famosa por sus imponentes pirámides del Sol y la Luna, es uno de los lugares más emblemáticos para presenciar el equinoccio de primavera. Durante este evento, miles de personas se reúnen en la zona arqueológica para participar en ceremonias en las que se realizan danzas, ofrendas y rituales, muchos de ellos inspirados en las tradiciones prehispánicas. El momento más esperado es cuando el sol se alinea perfectamente con las pirámides, un fenómeno que los antiguos habitantes de Teotihuacán veneraban como una señal del poder divino.

Estas celebraciones reflejan la rica herencia cultural del país y su vínculo con el equilibrio entre la tierra, el cielo y las estaciones.
Estas celebraciones reflejan la rica herencia cultural del país y su vínculo con el equilibrio entre la tierra, el cielo y las estaciones. ı Foto: Cuartoscuro

Chichen Itzá, Yucatán

La antigua ciudad maya de Chichen Itzá es otro lugar donde la relación entre el equinoccio y las civilizaciones prehispánicas cobra vida. En este sitio, la pirámide de Kukulkán (El Castillo) es el principal punto de atracción, ya que durante el equinoccio se puede observar el fenómeno conocido como “El descenso de Kukulkán”, en el que la sombra del sol crea una figura en forma de serpiente que desciende por las escalinatas de la pirámide. Este evento simboliza la llegada del dios serpiente Kukulkán, quien era considerado el portador de la lluvia y la fertilidad.

Uxmal, Yucatán

Otro sitio arqueológico en la península de Yucatán, Uxmal, también celebra el equinoccio con eventos especiales. Aunque no es tan conocido como Chichen Itzá, Uxmal es igualmente relevante para los mayas. Durante el equinoccio, la luz del sol ilumina perfectamente la pirámide del Adivino, creando un espectáculo visual que, en tiempos prehispánicos, era considerado una manifestación de los ciclos naturales que regían la vida de los mayas.

La Pirámide de las Naciones, Tlaxcala

En Tlaxcala, el equinoccio también es motivo de celebración en el sitio arqueológico de la Pirámide de las Naciones. Este espacio se ha convertido en un centro de reflexión y ceremonia, donde se realizan rituales que evocan las tradiciones indígenas de la región. Los habitantes de comunidades cercanas se congregan para ofrecer oraciones a los dioses y celebrar la llegada de la nueva estación con danzas y música autóctona.

Tepoztlán, Morelos

Tepoztlán es un pueblo mágico que, además de su belleza natural, es reconocido por sus tradiciones espirituales. El equinoccio de primavera atrae a numerosos visitantes que llegan a las faldas del cerro del Tepozteco, un antiguo centro ceremonial. En este lugar, se llevan a cabo ceremonias con temazcales, ofrendas a la madre tierra y meditaciones en la que se busca conectar con la energía renovadora del sol. La atmósfera mística que rodea este sitio lo convierte en un lugar perfecto para quienes buscan una experiencia más introspectiva.

Puebla de los Ángeles, Puebla

La ciudad de Puebla también es sede de varias celebraciones relacionadas con el equinoccio. En los alrededores de la ciudad, particularmente en las montañas y en el sitio arqueológico de Cantona, se organizan ceremonias tradicionales en las que se rinde homenaje a los ciclos solares y se realizan danzas autóctonas. Esta región, con su rica herencia cultural, ofrece una experiencia única para quienes desean vivenciar las costumbres indígenas de la zona.

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