Adriana Juárez Soteno, abogada especialista, consideró que es trascendental visibilizar la violencia digital, pues contribuye a otros tipos de violencia que van desde la sexual, patrimonial y psicológica.
La litigante y secretaria de Tribunal Colegiado en Materia Penal, consideró que, aprovechando el Internet y las tecnologías de la información o comunicación para romper el silencio, las víctimas han recurrido a “exhibir públicamente al violentador o acosador digital y prevenir a otras potenciales víctimas de no ser vulneradas”.
A pregunta expresa de ¿cómo afecta la violencia digital a las mujeres profesionistas que son víctimas de aquélla?, señaló que la violencia de género digital o ciber violencia de género está constituida por actos en los que, a través de Internet o de las tecnologías de la información, se comparte información de otra persona con el objetivo de causarle daño o sufrimiento.
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Se ejerce a través de diversas formas, ya sea por plataformas en línea que permiten la comunicación entre usuarios y creadores de contenido, troleo de género, robo o suplantación a la identidad o difusión de imágenes íntimasAdriana Juárez, Abogada especialista
“Se ejerce a través de diversas formas, ya sea por plataformas en línea que permiten la comunicación e intercambio de información entre usuarios y creadores de contenido, troleo de género, robo o suplantación a la identidad o difusión de imágenes íntimas. En cualquiera de estas hipótesis se actualiza la conducta dañina porque no existe consentimiento de la víctima”, señaló.
Agregó que este tipo de actos violentos tienen un denominador común, que son motivados por razones de género. En realidad, la violencia de género digital constituye una modalidad a través de la cual pueden facilitarse diferentes tipos de violencia como la sexual, económica, patrimonial, psicológica y física.
Aseguró que cualquier hombre, mujer, persona transgénero, no binario e intergénero puede ser víctima; sin embargo, las mujeres y las niñas son especialmente vulnerables. Según un informe de la ONU, las mujeres, 73% de las personas del sexo femenino en todo el mundo, han estado expuestas o han experimentado alguna forma de violencia en línea.
“Conocí el caso de una niña de diez años, quien incluso aún no tiene la madurez para comprender el alcance de la maldad humana. Cuenta que fue contactada a través de una red social bajo el engaño de que del otro lado se encontraba un niño de su edad y afín a sus intereses particulares”, señaló Juárez Soteno.
“Afortunadamente, a pesar de su corta edad, la niña ya había sido alertada por sus padres de que ese tipo de engaños en los medios digitales eran comunes y no fue convencida por la persona posiblemente adulta, de realizar el acto sexual que pretendía, dichosamente no se le causó ningún daño irreparable”, agregó.
Señaló que generalmente cuando alguien ha sido víctima y sobreviviente de violencia digital, puede ver su reputación e imagen pública o personal seriamente dañadas.
“Esto conlleva a que sus relaciones personales con familiares, amigos e incluso compañeros de trabajo, resulten afectadas al grado de estigmatizarla y revictimizarla teniendo graves consecuencias psicológicas y emocionales”, abundó.
