Una larga franja de tierra federal a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México que el presidente Donald Trump está cediendo al Departamento de Defensa será controlada por el Ejército como parte de una base, lo que podría permitir a las tropas detener a cualquier intruso, incluyendo inmigrantes, informaron funcionarios estadounidenses a The Associated Press.
La transferencia de esa zona fronteriza al control militar —y convertirla en parte de una instalación del Ejército— es un intento del Gobierno de Trump de eludir una ley federal que prohíbe que las tropas de EU sean utilizadas en tareas policiales en suelo estadounidense.
Si las tropas están proporcionando seguridad para tierras que son parte de una base del Ejército, pueden desempeñar esa función. No obstante, al menos un experto en poderes presidenciales dijo que es probable que la medida sea impugnada en los tribunales.
Los funcionarios dijeron que el tema aún está bajo revisión en el Pentágono, pero incluso si se lleva a cabo cualquier revisión legal, la intención del gobierno es que las tropas detengan a los migrantes en la frontera.
El corredor, conocido como la Reserva Roosevelt, es una zona federal de 18.2 de ancho que se extiende a lo largo de la frontera desde Nuevo México hasta California, excepto donde se encuentran tierras tribales o de propiedad privada. Había sido administrado por el Departamento del Interior hasta que Trump ordenó que el control se transfiriera al Departamento de Defensa en un memorando presidencial publicado el viernes por la noche.
Durante los próximos 45 días, el Departamento de Defensa probará el control de una sección de la Reserva Roosevelt en Nuevo México, al este de Fort Huachuca, que es una instalación del Ejército en Arizona, dijo uno de los funcionarios. Durante ese periodo, el Ejército levantará cercas y colocará señales para advertir a las personas que no ingresen sin autorización.
Las personas no autorizadas para estar en esa área podrían ser arrestadas por las fuerzas de seguridad del Ejército, detallaron los funcionarios, quienes hablaron bajo condición de anonimato para dar detalles que aún no se han hecho públicos.
Cualquier migrante que esté en el país sin autorización legal y sea detenido por personal militar en esas tierras será entregado a las agencias civiles de policía, añadieron los funcionarios.
No estaba claro si el área adicional requerirá que el Ejército despliegue fuerzas adicionales en la frontera. Actualmente hay alrededor de siete mil 100 soldados en servicio activo bajo control federal asignados a la frontera y alrededor de cuatro mil 600 tropas de la Guardia Nacional bajo control estatal.
Las tropas estadounidenses tienen prohibido realizar tareas policiales en suelo estadounidense bajo la Ley Posse Comitatus. Una excepción conocida como la doctrina de propósito militar lo permite en algunos casos, pero no se aplicaría aquí y probablemente sería impugnada en los tribunales, explicó Elizabeth Gotein, experta en poderes de emergencia presidenciales en el Brennan Center for Justice.
Eso se debe a que, aunque las tropas estarán en tierras designadas como una instalación del Ejército, tendrán que demostrar que su misión principal allí no era realizar seguridad fronteriza y aplicación de la ley, y todo el punto de la orden de Trump de transferir la reserva al control militar es proteger la frontera, dijo.
Transfieren a México a 13 reclusos por narcotráfico
El Departamento de Justicia de Estados Unidos entregó a 13 reclusos federales a México el viernes pasado, los cuales cumplían sentencias en prisión por condenas relacionadas con la distribución de drogas en ese país.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), los reclusos continuarán su proceso en el Cefereso No. 4 “Noroeste”, localizado en Tepic, Nayarit.
Un comunicado de la SSPC explicó que el traslado forma parte de los mecanismos de cooperación internacional, y que los 13 “repatriados” fueron recibidos por el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Reinserción Social (OADPRS) para que terminen su condena en México.
El Departamento de Justicia señaló que “los reclusos solicitaron ser transferidos a su país de origen, y los gobiernos tanto de EU como de México aprobaron dichas transferencias”.
- 3 millones de dólares prevé ahorrar EU con la transferencia
En una tarjeta informativa, detalló que las personas repatriadas “cumplían sentencias relacionadas con la distribución de sustancias controladas, incluyendo cocaína, metanfetamina y fentanilo”.
La entrega a las autoridades mexicanas se realizó en la garita internacional de Santa Teresa, en El Paso, Texas, colindante con Ciudad Juárez, y estuvieron presentes representantes del Consulado en El Paso, Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), OADPRS y FGR.
Matthew R. Galeotti, jefe de la División Criminal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, dijo que “la transferencia del viernes de 13 reclusos federales a las autoridades penitenciarias en México ha ahorrado a EU más de tres millones de dólares al eliminar la necesidad de pagar los costos de encarcelamiento por los 75 años restantes en el total combinado de sus sentencias”.