Ayer terminó el ciclo de reuniones entre autoridades y colectivos de búsqueda, durante el cual fue más que evidente la disposición de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, de escuchar a las víctimas. No se puede decir lo mismo de la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra, a quien jamás se le vio por ahí. Las madres buscadoras acusaron el desdén de doña Rosario y su nula sensibilidad hacia el fenómeno de la desaparición forzada, a pesar de que su familia fue víctima de esta práctica, aunque por motivos distintos a los actuales. La titular de Segob encabezó nueve reuniones con madres buscadoras, a las cuales asistieron representantes de 156 colectivos de búsqueda de desaparecidos originarios de 28 estados del país. El intercambio de impresiones, nos aseguran, fue muy enriquecedor. De lo que se perdió Piedra Ibarra, quien ayer fue puesta como ejemplo de las “simulaciones” de ciertos funcionarios.