Ya sólo falta una semana para que se realicen los comicios para renovar al Poder Judicial, y nadie reparó, nos dicen, en el hecho de que los candidatos a juzgadores no tendrán ojos en las casillas. En elecciones de otro tipo, los partidos políticos pueden registrar representantes en todas las mesas receptoras. Son estas personas las que vigilan que no se cometan irregularidades en el proceso de votación y las que reportan cualquier anomalía a su respectivo partido. Tienen también la facultad de firmar las actas, con lo que los contendientes avalan, de entrada, el trabajo realizado en la casilla. Si el próximo 1 de junio los funcionarios de casilla incurren en irregularidades, por error o deliberadamente, no habrá nadie que lo registre, para poder impugnar los resultados. La falta de vigilancia en casillas, nos dicen, es otro de los agujeros legales de una reforma judicial que pasará por su gran prueba de fuego dentro de una semana. Pendientes.

