Nos recomiendan no pasar por alto el hecho de que, las recientes elecciones en Durango consolidaron el dique en que se ha convertido el norte del país para Morena. El guinda no logró su objetivo de conquistar la capital de la entidad y perdió 8.3 por ciento de los votos que había obtenido en 2022. A lo anterior se suman los resultados del año pasado en Zacatecas, en donde el PAN le arrebató los municipios conurbados de la capital y de Fresnillo. Chihuahua es gobernado por el blanquiazul, en donde Maru Campos encabeza una exitosa administración. Nuevo León está en manos de MC, con Samuel García a la cabeza, y Coahuila tiene un mandatario priista, Manolo Jiménez, cuya cuestionada gestión no la ha sabido canalizar el morenismo. La siguiente escala antes de las elecciones intermedias de 2027 es en esta entidad, en donde el próximo año se elegirán diputados locales. No se ve por dónde, nos dicen, el oficialismo pueda romper el dique. Y fracturado, menos. Uf.

