Hay quienes creen que, al meter a la senadora del PT, Geovanna Bañuelos, en la lucha por la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado, las cúpulas de la 4T preparan una carambola de dos bandas. Por un lado, frenar la intención de Gerardo Fernández Noroña, de desconocer los acuerdos en el sentido de que el cargo que aún ostenta se alternaría entre hombre y mujer. Con más de una mujer en la arena, Noroña difícilmente conseguiría los apoyos que se requieren para reelegirse. Por otro lado, si Geovanna se convierte en presidenta del Senado, se pondrá de manera automática en el carril hacia la gubernatura de Zacatecas, que se renueva en 2027, en un proceso electoral que empieza en septiembre del 2026, exactamente cuando termina la gestión al frente de la Mesa Directiva de la Cámara alta.
