Hay quienes, pese a la estridencia provocada por el pleito entre los senadores del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, y de Morena, Gerardo Fernández Noroña, no quitan el dedo del renglón respecto a propiedad que el segundo de ellos adquirió en Tepoztlán, y que hace recordar una famosa canción-parodia de Óscar Chávez. Muchos se preguntan cómo fue que el morenista adquirió un crédito como para comprar tal inmueble, si en la segunda mitad de los 90 encabezaba algo que se llamaba Asamblea Ciudadana de Deudores de la Banca. Si creó esa organización, es porque tenía una cartera vencida, que no podía o no quería pagar. Ninguna institución bancaria, dicen los que saben, le otorgaría un crédito a alguien con esos antecedentes. Y menos, para adquirir una vivienda asentada en tierras comunales, como es el caso. No estaría mal, nos dicen, que Noroña transparentara los términos del crédito con el que, asegura, compró la casa, si es que en realidad lo hay. Y también para ver qué banco fue el valiente. Uf.

