Nos hacen ver que, el discurso pronunciado ayer por el secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, durante el desfile conmemorativo del Día de la Independencia, es un mensaje relevante. Al decir: “Desde la Secretaría de Marina-Armada de México hemos actuado con una sola brújula: la honestidad y la transparencia”, Morales Ángeles sintetizó lo que ha sido una tradición durante décadas en la Armada, de combatir las conductas irregulares. El titular de la Semar reconoció que “ha sido duro” aceptar la existencia de “actos reprobables, que no nos definen como institución”. Sus palabras, nos dicen, retumbaron en los oídos de quienes, por sacar raja política, han pretendido acusar a toda la Marina de “corrupción”, a partir de los delitos cometidos por menos de 10 de sus elementos. El almirante fue enfático al advertir que la lucha contra la deshonestidad continuará, “pase lo que pase, duela lo que duela, se trate de quien se trate”. Ahí el dato.

