El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés) reveló que organizaciones criminales mexicanas, aliadas con grupos extremistas locales, han establecido un sistema de recompensas para atacar a agentes federales de migración en territorio estadounidense.
Según información del DHS, estos grupos ofrecen pagos escalonados que van desde los dos mil hasta los 50 mil dólares, dependiendo del tipo de ataque perpetrado contra personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
- EL Dato: La fiscal de EU afirmó en su red social X que el Departamento de Justicia pidió a Facebook eliminar la ”página de un gran grupo” que ubicaba a los agentes del ICE.
Las investigaciones federales documentaron operaciones de vigilancia en barrios con alta población latina de Chicago, como Pilsen y La Villita.
“Allí, ‘pandilleros’ vinculados a grupos como los Latin Kings han desplegado ‘vigilantes’ en azoteas equipados con armas de fuego y sistemas de radiocomunicación” se informó en un comunicado.
Y agregó que “estos individuos rastrean en tiempo real los movimientos de agentes federales, transmitiendo coordenadas y facilitando emboscadas durante operaciones rutinarias. La estrategia ha interferido con acciones recientes, incluidas las redadas de la Operación Midway Blitz”.
El DHS detalló el esquema de recompensas que los cárteles han difundido para incentivar la violencia en el país: “Dos mil dólares por recopilar información de inteligencia sobre agentes, incluyendo fotografías, rutinas personales y datos familiares”.
De cinco mil a 10 mil dólares por secuestros o ataques no letales contra oficiales estándar de ICE o CBP. Y hasta 50 mil dólares por el asesinato de funcionarios de alto rango.
El reporte gubernamental también señala que, en ciudades como Portland y Chicago, células de Antifa han brindado apoyo logístico a estas redes criminales.
Entre las acciones documentadas están el suministro de materiales para protestas coordinadas, la revelación de identidades de agentes federales y la obstrucción física de operaciones para proteger a personas vinculadas con los cárteles de ser deportadas.
“Estas redes criminales no sólo se resisten al Estado de derecho, sino que libran una campaña organizada de terror contra los valientes hombres y mujeres que protegen nuestras fronteras y comunidades”, declaró la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
“Nuestros agentes se enfrentan a emboscadas, vigilancia con drones y amenazas de muerte, todo porque se atreven a aplicar las leyes aprobadas por el Congreso” afirmó.
Noem dijo que el departamento no cederá ante estas amenazas y responsabilizó a los líderes de “estados santuario” por implementar políticas que, según su visión, alientan la actividad criminal.
El DHS solicitó al público reportar actividades sospechosas, como vigilancia desde azoteas o protestas organizadas que obstruyan las operaciones federales.
La revelación de estas amenazas ocurre en medio de la intensificación de operativos migratorios de la administración Trump, que ha generado tensiones crecientes en comunidades con alta población inmigrante y ha profundizado el enfrentamiento entre autoridades federales y locales sobre políticas de inmigración.