¿Qué no fue la Iglesia la que hace unos días, tras el asesinato de Carlos Manzo, aseguró que todos los mexicanos somos responsables de construir la paz? Porque, nos dicen, parece que ese mensaje no le llegó a Alfredo Gallegos Lara, conocido como Padre Pistolas, quien acaba de amenazar a la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García, con “partirle la madre”. Y todo porque el cura se opone al proyecto del Acueducto Solís-León que tiene apoyo federal y estatal para suministrar agua a cuatro municipios de la entidad. Es sabido que el sacerdote al pronunciar sus homilías lanza más ajos y cebollas que bendiciones. Así que justo en un momento en el que las miradas están puestas sobre casos de violencia contra mujeres, voces relevantes han salido a expresar su solidaridad a Libia, entre ellos la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, la presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López, o el dirigente del albiazul, Jorge Romero. ¿La jerarquía católica cuándo? Uf.