Ha registrado 819 exhalaciones y 29 explosiones en una semana

Don Goyo, “más vivo que nunca”: expertos

Investigadores advierten que las autoridades deben estar preparadas ante una posible explosión; ven preocupante que los pobladores no atiendan llamados del Gobierno

Actividad del volcán Popocatépetl registrada por el Cenapred, el sábado.
Actividad del volcán Popocatépetl registrada por el Cenapred, el sábado.Foto: Especial
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La actividad del Popocatépetl “está más viva que en el 2022”, advirtió el ingeniero civil Eduardo Ismael Hernández, profesor de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, quien al recordar que desde 1994 el coloso ha sido estudiado por expertos no sólo en el país, sino en el mundo, señaló que las autoridades deben estar preparadas ante una posible explosión.

De acuerdo con datos del registro del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Don Goyo ha registrado 819 exhalaciones, cuatro mil 838 minutos de tremores y 29 explosiones en la última semana, desde el lunes 15 de mayo, actividad intensa por la que ayer cambió su nivel de alerta Amarillo Fase 2 a Amarillo Fase 3, lo cual significa que hay explosiones con una magnitud que va creciendo, aunque aún no se contemplan evacuaciones.

De hecho, en las últimas 24 horas se detectaron 31 exhalaciones, mil 136 minutos de tremor y seis explosiones.

El peligro que representa el volcán Popocatépetl

Acerca del peligro que representa el coloso, el experto advirtió que lo más preocupante es que la población no atiende llamados de autoridades para estar prevenidos ante cualquier contingencia.

“Se ha reportado caída de ceniza en los municipios de Puebla y Atlixco. En Tlaxcala se reportó moderada caída de ceniza en los municipios aledaños al volcán de la zona sur, pero lo preocupante es que de pronto los pobladores.

“En el afán de conservar sus propiedades, no atienden llamados del Gobierno para poder estar prevenidos en caso de una tragedia mayor”, dijo.

Apuntó que cada contexto volcánico es diferente y tiene una naturaleza distinta a lo que ocurre en Japón, por ejemplo; puede variar significativamente de lo que sucede en México, debido al tipo de suelo, así como de otros factores ambientales en las ciudades aledañas.

“Diario nos preguntamos cuál es esa probabilidad de que ocurra un evento mayor en el Popocatépetl".

“Se tiene historia de casos de volcanes en otros países, aunque la verdad es que, como en los sismos, no hay algo claro que haga predecir a exactitud estos fenómenos, pero lo que sí es predecible es el tema de tener un poco de conciencia respecto a los avisos de las autoridades”, dijo el experto.

El ingeniero agregó que hasta el momento se han habilitado albergues para evacuar a más de dos mil personas que viven cerca del volcán, pero la gente se resiste a ir a ellos por miedo a perder sus bienes materiales y, en ese sentido, el personal de apoyo no puede obligarlos a que se protejan.

Expertos señalan actividad constante el Popocatépetl

Con esto coinciden otros especialistas, como el doctor Luca Ferrari, investigador del Centro de Geociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien explicó a La Razón que el Volcán de Colima y el Popocatépetl “registran constantemente actividad que pone en alerta a las autoridades y, en el caso de éste último, aunque existen las rutas adecuadas, falta crear conciencia en la población para evacuar el área”.

“Tanto sismos como erupciones volcánicas no pueden predecirse, pero en las erupciones existen algunas características que estiman con mayor facilidad la posibilidad de actividad eruptiva.

“No es que nosotros podamos evitar la erupción, eso es algo que se dará naturalmente, y tampoco podemos decir cuándo va a ocurrir exactamente, pero los recursos que tenemos evitarán en gran medida que el daño ocasionado por la naturaleza se magnifique con las pérdidas humanas”, explicó.

Al referirse a la situación del Popo, el vulcanólogo Hugo Delgado Granados dijo a este diario que él y un grupo de investigadores han propuesto un patrón en el comportamiento del coloso.

“Más o menos cada 70 años el volcán se reactivaba, duraba un tiempo activo y después se volvía a dormir”, dijo.