Sedena, a la caza de huracanes

Con más de tres mil elementos disponibles para viajar a cualquier parte del país por aire o tierra, 20 células de servicios médicos, instalación inmediata de 20 cocinas comunitarias para atender a la población en desastre, y equipo especializado en búsqueda y rescate, el Ejército Mexicano se declaró listo para enfrentar la temporada de lluvias y ciclones tropicales 2021.

El auxilio a la población se brinda a través del Plan DN-III, el cual cuenta con tres fases: la prevención con monitoreo y emisión de alertas; fase de auxilio, (despliegue del personal operativo que sea necesario en cualquier parte del país), y la fase de recuperación, con labores de reconstrucción, para que posteriormente las autoridades civiles tomen el control y los elementos castrenses se retiren para comenzar a restablecer todos los servicios.

En cada temporada de huracanes, el Ejército Mexicano capacita, monitorea y emite llamados de alerta, para actuar en caso de una emergencia.

La capacidad de las fuerzas armadas alcanza a desplegar de manera inmediata a tres mil elementos a lugares que han sido afectados por fenómenos hidrometeorológicos (huracanes, inundaciones, ciclones, sismos, entre otros), así como la instalación inmediata de 20 cocinas comunitarias para dar alimento, e implementar refugios secos, cálidos y seguros; así como trasladar 20 células de servicios médicos y atender a las personas en riesgo.

En entrevista con La Razón, el coronel de Artillería del Estado Mayor Presidencial, José Manuel Guevara Castillo, explicó que en las fuerzas armadas hay personal para montaña, paracaidistas, especialistas en rescate, búsqueda en zonas colapsadas, células de intendencia, maquinaria y ocho baterías de ingenieros de combate”.

“El Ejército Mexicano está preparado y dispuesto ante una emergencia para salir a proporcionar el apoyo que se requiera, estamos listos””, resaltó desde el Centro de Análisis de Fenómenos Meteorológicos de la Fuerza Aérea.

Además, las Fuerzas Armadas cuentan con perros entrenados, acompañados de un militar (para conformar los binomios caninos), elementos de rescate en sismos, montañas, grutas, rescate submarino y aéreo, así como capacidad para establecer puentes aéreos y áreas de apoyo con albergues, servicios de alimentación, sanidad.

Vigilan desde instalaciones de la Fuerza Aérea

“Una vez activado (el Plan DN-III), se aplica con todos sus recursos disponibles y con apoyo de estados aledaños, o si se requiere más, de inmediato se encuentran listos tres mil hombres con material y equipo aéreo, capaz de desplazarse a cualquier parte del país, y un componente terrestre de diferentes especialidades”, aseguró.

Para la temporada de ciclones 2021 se tiene un despliegue en todo el territorio nacional. En la zona noroeste; occidente, con Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero; sur, que abarca Chiapas y Oaxaca, así como la de la Península de Yucatán; además de la noreste, con Tamaulipas y Veracruz. El Plan DN-III es de activación inmediata y no requiere de una orden o solicitud.

Al llegar a un lugar de desastre, se elaboran y distribuyen despensas para las comunidades que quedaron atrapadas por una inundación, se dan tres comidas al día para las familias afectadas, se realiza un censo de los daños y casas afectadas, y de inmediato se instalan los equipos de bombeo para drenar el agua y bajar los caudales de agua.

El pronóstico del Servicio Militar para 2021, es de 22 fenómenos en el Pacífico y 24 en el Atlántico, “pero esperamos que se rebase como el año pasado, ya que tuvimos nueve más y uno de categoría cinco”, dijo.

“Con la pandemia, el ejército mexicano modificó sus patrones y capacitó a sus elementos para una mejor atención con todas las medidas de sanidad, ahora no solo se requiere de un lugar seco y limpio, sino también de un lugar con espacio suficiente que se pueda sanitizar”, resaltó Guevara Castillo.