Escuelas e iglesias, lugares donde el crimen organizado recluta niños

Las escuelas y centros religiosos son los principales sitios que el crimen organizado usa para reclutar a niños y adolescentes, además de que los narcotraficantes aprovechan para darles un sentido de pertenencia ante el contexto de pobreza y marginación que viven, alertaron expertos en derecho infantil.

Durante la ponencia: “Niños reclutados por el crimen organizado”, organizada por Reinserta de manera virtual, Jesús Moreno, director general adjunto de atención Psicosocial de la Fiscalía General de la República, señaló que en comunidades apartadas, los criminales son quienes les proporcionan el material para equipar sus escuelas y eso les genera un sentido de pertenencia e incluso el deseo de querer ser como ellos para seguir ayudando a la gente pobre o salir de la condición de vulnerabilidad.

Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM), dijo que lo que se necesita en el país es prevención pero, al contrario, se dan estímulos a los niños para la guerra con todo tipo de mensajes.

“Las fuentes o detonantes de reclutamiento siguen siendo las poblaciones de menores pobres en el país. La escuela y los espacios religiosos se vuelven un espacio de reclutamiento para el crimen organizado y el mensaje comenzó desde la administración de Felipe Calderón al enfrentar al narco. Ahora es común y los delincuentes buscan nuevos soldados en sus filas”, explicó.

María Elena Azaola, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social del Conacyt, señaló que los menores son la mejor opción para los delincuentes, ya que por su edad son reemplazables, pero por sus ganas, se convierten en la mejor opción para engrosar sus filas.

“Los chicos se unen al crimen organizado y tiene que ver con una multiplicidad de factores, pero en todos los casos siempre está presente el interés de los delincuentes de reclutarlos ya que son reemplazables en cualquier momento”, precisó.

Aclaró que factores como la pobreza, violencia, inseguridad pública, condiciones de rezago social, marginación, abandono escolar y la falta de perspectivas de la educación como un mecanismo para salir adelante, así como las adicciones, orillan a los menores a estar con las bandas organizadas a pesar de que pueda ser por solo unos años.

Ricardo Bucio, titular del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, dijo que la carencia de servicios de salud, alimentación y otras, también son una combinación para que los niños ingresen al crimen organizado.

Señaló que la intervención de las autoridades es desasociada, pues no ha atendido el problema ni prevenido que ingresen al narcotráfico.

KA