Exjefe de la oficina para el caso Iguala de la CNDH denuncia falta de voluntad para revisar restos óseos

Exjefe de la oficina para el caso Iguala de la CNDH denuncia falta de voluntad para revisar restos óseos
Por:
  • antonio-lopez

El extitular de la Oficina Especial para el Caso Iguala, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), José Trinidad Larrieta Carrasco, aseveró que para “reconfirmar” que los 43 normalistas de Iguala fueron incinerados en Cocula, Guerrero, es necesario analizar 114 restos óseos que entregó a la extinta Procuraduría General de la República (PGR) en 2018.

En entrevista con La Razón, el experto señaló que en dos años se ha demostrado que “no hay voluntad para la revisión”, con la que se concluiría que, conforme a las pruebas, los jóvenes fueron trasladados a esa zona y ahí habrían tirado sus restos, como lo reveló la PGR; sin embargo, insistió en que el material que recabó en su gestión, ahora en poder de la Fiscalía General de la República (FGR), continúa almacenado y debe ser analizado.

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“El destino de los normalistas tiene que ver con los escenarios criminales del basurero  (de Cocula) y del río San Juan; pero para tener respaldo es necesario que se haga esa investigación”, puntualizó.

Incluso, Larrieta Carrasco reconoció que “hay quienes se oponen a que (los restos) sean remitidos a (la Universidad de) Innsbruck, porque les supone volver a la tesis de la ‘verdad histórica’”, en torno a la investigación de la PGR.

Añadió que esta evidencia corresponde a partes humanas de las 63 mil piezas óseas que peritos de la CNDH encontraron en Guerrero. Se trata de “14 huesos semilunares y 12 ganchosos, que corresponden a pies y manos; 21 elementos odontológicos y 43 porciones petrosas”, entre otros.

Éstos son de al menos 21 personas, “lo sabemos por las (partes) petrosas, que son los huesos que tenemos detrás de los oídos en par; entonces, conforme a la lógica, si sabemos que cada humano tiene dos, 41 petrosas corresponden a 21 personas. Pero digo cuando menos, porque no se ha determinado científicamente que vayan en par, es decir, puede ser que no correspondan en lo individual a una persona”, expuso el especialista, lo que significa también que el número de restos correspondería a la cifra de personas.

A unos días del cierre de su oficina por decisión de la actual titular de la CNDH, Rosario Piedra, el abogado rompió el silencio y afirmó que sí resolvió el crimen cometido en septiembre de 2014.

“He escuchado pronunciamientos de que nuestra oficina se cerró por ser ineficaz, no creo que alguien que piense razonablemente, piense que fue ineficaz porque hemos resuelto el caso”, puntualizó.

Finalmente, el especialista penal insistió en que hasta ahora, “nadie ha explicado la causa por la que no se han remitido los restos”, por lo que pidió al subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, que este análisis se lleve a cabo, al señalar que eso lo debe responder la Comisión de la Verdad”.

Para Larrieta Carrasco, “el balón está en la cancha de las autoridades federales y de la Fiscalía; el balón está en la línea de meta, para que, con un empujoncito, con una patadita, incluso con un soplido, puedan meter ese gol, que significa simplemente enviar esos 114 restos óseos a Innsbruck para que se determine si corresponden a los normalistas”.