10 de mayo

Madres se olvidan de festejos; ahora buscan a sus hijos

María de Jesús, Jasmín y Rocío cuentan calvario desde que no han vuelto a saber de ellos; para Josefina es un día de depresión; hay casi 100 mil ausentes

Integrantes de la organización Fundem se manifestaron afuera de las instalaciones de la FGR, donde colocaron losetas de sus familiares desaparecidos, ayer.
Integrantes de la organización Fundem se manifestaron afuera de las instalaciones de la FGR, donde colocaron losetas de sus familiares desaparecidos, ayer.Foto: Cuartoscuro
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A poco más de un centenar de que la cifra oficial de personas desaparecidas en México llegue a 100 mil, este 10 de mayo no será motivo de celebración para aquellas madres que día a día viven en la incertidumbre de no saber en dónde están sus hijos.

Hasta ayer, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) apunta que en México hay 99 mil 824 individuos reportados ausentes.

Del total, en 23 mil 251 casos no se tiene alguna hipótesis concreta que permita conocer el móvil detrás de su no localización, mientras que, de cinco mil 804, se sabe que su desaparición fue involuntaria.

Los informes también detallan que, hasta el 7 de mayo, hay 24 mil 737 mujeres desaparecidas y no localizadas en el país, y el Estado de México, la Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Sinaloa y Sonora son las entidades con más casos.

Además, la edad de las personas que mayormente están ausentes es entre 15 y 19 años; le siguen las de 10 a 14; después, de 20 a 24 y, finalmente, de 25 a 29 años.

Organizaciones como México Unido contra la Trata y la Red Nacional de Refugios apuntan que, detrás de este fenómeno en el país, una explicación es que muchas mujeres son cooptadas para ser utilizadas con fines de explotación sexual, trata de personas o por venganza de sus parejas o exparejas.

Ayer, algunas de las madres y otros familiares de estos desaparecidos se plantaron frente a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) para demandar la respuesta que, durante varios años, incluso décadas, han esperado de las autoridades para dar con el paradero de sus hijas e hijos.

Cerca de las 8:00 horas de ayer, integrantes de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México (Fundem), junto con otros colectivos de búsqueda, agregaron losetas, con los nombres y rostros de quienes les faltan, al Muro de la Memoria que se encuentra frente a las instalaciones de la Fiscalía General de la República.

Esta intervención artística fue una iniciativa del colectivo Huellas de la Memoria, que hace un par de años comenzó a pegar las primeras piezas de un mosaico compuesto por las fotografías de las personas desaparecidas y las huellas de los zapatos desgastados de quienes han recorrido kilómetros para buscarlos.

Cada madre entregó a este colectivo un par de zapatos, con los que las huellas fueron marcadas con pintura verde y sobre las cuales se plasmaron las palabras que quisieran decirles a sus hijos.

“Entregan una carta dirigida a su familiar y ésa se graba aquí (sobre las huellas), y es como si fueran dando pisadas y dejando lo que escriben en sus huellas, las cuales se acompañan con el retrato”, explicó a La Razón Alfredo López, uno de los artistas de Huellas de la Memoria.

Sostuvo que este muro, así como la Glorieta de los Desaparecidos, que fue instalada por los colectivos este domingo sobre Paseo de la Reforma, son una denuncia permanente contra las autoridades.

“La idea es poner todo aquí, ponerles enfrente a los encargados de solucionar el problema de la desaparición, del trabajo que no hacen. Queremos que, cuando salgan ellos, recuerden que no han encontrado a todas estas personas y más de 100 mil. Y no sólo eso, porque no han hecho nada por detener la desaparición forzada”, subrayó el también activista.

Durante poco más de dos horas, decenas de madres denunciaron la inacción de las autoridades, al gritar el nombre de cada uno de sus hijos, a lo que el resto de asistentes respondía sin cansancio: “¡Presentes, ahora y siempre! ¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.

Como parte de la jornada de movilizaciones que se tienen previstas para hoy, más de 60 colectivos protestarán por calles de la Ciudad de México, en el marco de la XI Marcha de la Dignidad Nacional “Madres buscando a sus hijos e hijas, verdad y justicia”, que partirá del Monumento a la Madre, en avenida Insurgentes Sur, rumbo al Ángel de la Independencia.

“ME SIENTO INTRANQUILA DE NO SABER
DÓNDE ESTÁ”

A sus 59 años, María de Jesús Hernández dice que si tuviera las fuerzas, se movería como todas esas madres que ahora recorren kilómetros, enterrando varillas y excavando con palas esperando encontrar alguna pista o resto humano que pudiera darles un poco de paz para saber qué fue de sus hijos. En 1981, dio a luz a un niño en una clínica de la alcaldía Gustavo A. Madero. Cuenta que tenía pocos meses de haber llegado a la Ciudad de México desde una zona rural de Puebla. Tras despertar en su habitación, un grupo de personas, “quien sabe si eran médicos”, llegaron a su habitación y le hicieron firmar varios documentos, pero ella, al no saber lee, sólo atendió la indicación de esa gente. Al día siguiente, María de Jesús se enteró que no volvería a saber de su hijo, pues una familia se lo había llevado y no había vuelta atrás, pues fue con su “autorización”. “Ignorante, no supe qué hacer, yo no sabía, pensé que me dijeron que se lo iban a llevar pero a otro cuarto a revisarlo. Me siento intranquila de no saber en dónde está, porque era algo mío; lo llegué a ver y me dijeron: ‘dale un besito’, era morenito”, relató a La Razón.

“JAMÁS CREÍ QUE ME PUDIERA PASAR A MÍ“

Jasmín lleva más de siete años buscando a su hijo Ángel, quien a los nueve años fue plagiado en un automóvil cuyos tripulantes a la fecha siguen sin ser identificados. Con dolor, la joven madre asegura que este hecho representó el temor más grande que comenzó a sentir desde el primer minuto en que se enteró que estaba embarazada, que le arrebataran a su hijo. “Yo siempre veía a muchas historias como éstas, que a las mujeres les quitaban a sus hijos y jamás creí que eso podría pasarme a mi, nadie quiere que le suceda algo así, pero a mi me pasó y me siento muy mal, me siento muy culpable, porque si la vida se me iba a ir en algo quería que fuera en darle lo mejor a mi hijo y no en buscarlo porque un día no lo pude cuidar”, se reclamó la mujer. Ángel salió a la tienda, quería ir a comprar un refresco porque acababa de llegar de la calle, después de jugar con sus amigos. Según testimonios de vecinos, un auto pasó cerca de él “para preguntarle algo”, y una de las puertas se abrió y se lo llevaron. “Lo regañé porque se metió tarde a la casa… De saber que después de ahí no lo vería, lo hubiera dejado jugar tranquilo”, comentó.

LO ÚNICO QUE DESEA ES SABER QUÉ PASÓ CON KAREN

María del Rocío Fragoso Granada perdió a su hija Karen Domínguez Fragoso el 27 de octubre del 2018, luego de que salió a trabajar. “Ella desaparece en Santa Fe al salir a trabajar; salió por la mañana y se presentó, pero al salir a la una de la tarde, ya no la vieron jamás. Las autoridades no dicen nada, no nos dan informes y no la buscan”, narró a La Razón. La mujer contó que desde el momento de su desaparición no ha parado de intentar hallar a su hija, y para ello ha acudido ante la Fiscalía General de Justicia de la capital, con Alejandro Encinas en Gobernación e, incluso, con la exsecretaria Olga Sánchez Cordero, pero ninguno le dio solución. Por esta sombría situación, para ella este 10 de mayo será un día común: “No, ya no importa tanto este día, eso se acabó; tengo otro hijo y mejor prefiere no mover ese día. Cada 10 de mayo salimos a buscarla y seguimos haciéndolo, no tenemos un festejo en casa como tal, y éste no será la excepción: saldremos a buscarla a nuevos sitios porque no puedo esperar a la respuesta de la autoridad. Lo único que deseo es saber de mi hija, qué fue lo que le pasó, quién se la llevó”, aseveró.

ESTE DÍA “EL RECUERDO DUELE MUCHO”

Tampoco Josefina Flores festeja el Día de las Madres desde hace seis años, tras la desaparición de su hijo en el estado de Querétaro, ya que desde ese momento cada 10 de mayo entra en depresión por la falta de respuestas y apoyo. “Yo ya no los festejo, porque recordar la desaparición de mi hijo me duele mucho y mejor me pongo a trabajar, porque caigo en depresión y mucha tristeza. Aunque no festeje un 10 de mayo no significa que no lo sienta, aunque mejor me ocupo en su búsqueda”, dijo. La madre confió a este diario que la Fiscalía la engañó hace dos años, ya que le avisaron que una persona con las características y ADN de su hijo había sido encontrada en Guanajuato, pero meses después la entonces fiscal fue removida de su cargo y se cerró el caso; cuando quiso de nuevo preguntar ya no le dieron informes. A raíz de la desaparición de su hijo, comenzó a moverse por su cuenta, ya que las autoridades paralizaron la búsqueda, además de que ingresó a un grupo religioso para sobrellevar la situación, pues cada 10 de mayo se hacen más fuertes los recuerdos y la tristeza llega, por lo que sale o se reúne con otras personas.

LA FECHA LE REITERA QUE EVER YA NO ESTÁ CON ELLA

A Rocío no le falta un hijo, pero sí una parte muy importante de su núcleo familiar: su esposo, Ever Eusebio Reveles Ramos, quien desapareció un 11 de mayo de 2009, el mismo día en que cumplirían un aniversario más de casados. Al momento de su desaparición, el hombre circulaba por una carretera de Torreón, Coahuila, cuando un grupo de personas se lo llevaron junto a un trabajador y un amigo más. El último recuerdo que Rocío conserva de él es una llamada telefónica por medio de la cual le avisó que estaba a punto de llegar a su destino y “eso hizo, pero desgraciadamente cuando subió a la carretera se lo llevaron”. “Ya van a ser 13 años, para nosotros como familia, con mi hijo e hija, es muy difícil estos días. El 10 no acostumbramos a festejarlo, pero el 11 es nuestro aniversario de bodas y es muy triste recordarlo de esta manera, pues no tenemos un festejo sino un recordatorio de que es un año más que no lo tenemos”, compartió Rocío. Tras más de una década de búsqueda, Rocío afirmó que la respuesta que aún quiere escuchar es: “´Ya los encontramos´, pero parece que esa frase nunca se va a escuchar”.

NO SABE SI ESTÁ VIVO, SÓLO BUSCA RECUPERAR SU CUERPO

Para Marta Rodríguez Vallejo, la búsqueda de su hijo José Manuel Rodríguez “apenas” lleva un año, pues desde el 25 de mayo de 2021 ha dedicado cada día a preguntar por él, tras su desaparición en Saltillo, Coahuila; sin embargo, la última vez que supo algo por parte de las autoridades fue hace cuatro meses. “Como que a ellos ya no les importaba, nada más al principio andaban bien movidos, pero ahorita ya no hacen nada” aseguró en entrevista con La Razón. La madre afirmó que los fiscales a cargo del caso en su estado le solicitaron no acudir a otras instancias para buscar a su hijo, porque le dijeron que eso entorpecería la investigación, pero “cual es el caso, si todo sigue igual, ya va un año y ya no supimos nada”. A la fecha, además de su madre, cuatro hijos esperan su regreso. Incluso, uno de ellos requirió tratamiento psicológico, pues la ausencia de su padre no ha sido fácil de asimilar. “En realidad no sé si esté vivo o esté muerto; yo tengo la esperanza de que esté vivo, pero toda la gente me dice que ya está muerto, yo lo que quiero es que me ayuden a investigar qué fue lo que pasó y, si ya está muerto, pues recuperar su cuerpo”, dijo.

Agentes le dijeron que su madre... “se fue de novia”

La última vez que alguien supo algo de Luz María Rodríguez González fue el 4 de enero del 2017 en Saltillo, Coahuila, luego de que una mañana salió de su hogar para reunirse con una amiga, con quien ese día no llegó.

Desde entonces, Brenda Muñoz Rodríguez, se convirtió en una hija en busca de su madre desaparecida, quien además de enfrentarse a procesos que no han dado alguna pista de ella, se ha visto envuelta en comentarios revictimizantes por parte de las autoridades.

“Los agentes, los investigadores iniciales me dijeron que a lo mejor mi mamá se había ido de novia, que se había hartado de nosotros y se fue. Yo les dije que su expareja la había estado molestando y les pedí que nos acompañaran al lugar donde creíamos que estaba, pero no fueron con nosotros a abrir el lugar”, acusó.

Brenda afirma que en una búsqueda posterior en aquel sitio hallaron pasadores que su madre utilizaba y otros objetos personales; sin embargo, los indicios fueron muy pocos para las autoridades cuya respuesta de no tuvo alguna variación.

“Incluso la llegué a buscar en el Semefo y hemos hecho mucho trabajo en redes sociales y seguimos así, a pie, esperando que alguien algún día nos dé una noticia sobre el paradero de mi mamá”, detalló.

En busca de su madre, la joven ha recorrido cada rincón de los estados de Coahuila, Nuevo León y San Luis Potosí, pues el hombre que Brenda ha considerado el principal sospechoso de la desaparición radica en estos lugares.

“Esto es una decepción muy grande porque son (las autoridades) nuestro apoyo y ellos tienen los medios para ayudarlos ante la localización. Somos muchos los que esperamos un resultado y esperamos que actúen eficazmente ante todo esto que estamos viviendo”, comentó.

Con hijos menores a 5 años, más dificultad para trabajar

Las mujeres con hijos menores de cinco años tienen mayores dificultades para insertarse en el mercado laboral que aquellas cuyos descendientes tienen mayor edad, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

De acuerdo con el Sistema de Indicadores sobre Pobreza y Género en México (SIPyG), entre 2016 y 2020 el nivel del empleo en las madres con hijos menores de cinco años fue de aproximadamente 50 por ciento, mientras que para las mujeres con hijos mayores a esa edad fue superior al 55 por ciento.

“Es decir, la inserción de las madres en el mercado de trabajo se ve disminuida en alrededor de 5 puntos porcentuales durante los primeros años de vida de los(as) hijos(as)”, agregó el organismo.

Además, resaltó, tener hijos reduce la participación laboral de las mujeres, mientras que en los hombres la aumenta.

El Coneval refirió que entre 2016 y 2020 a nivel nacional, el empleo de las madres de 21 a 55 años se ubicó en promedio en 55 por ciento, mientras que el de las mujeres sin hijos es al menos 10 puntos porcentuales mayor.

En contraste, para los padres de las mismas edades, el empleo se ubicó por arriba del 95 por ciento y en los hombres sin hijos disminuye a alrededor del 80 por ciento, expuso.

Comentó que ante el cierre de escuelas y estancias registrado durante la pandemia de Covid-19, el aumento del trabajo de cuidados de la población infantil del hogar se hizo evidente.

Por ello, al considerar la condición de maternidad y paternidad se observó que las mayores reducciones en el número de personas empleadas se presentaron en las poblaciones de madres y padres con hijos menores de cinco años.

Si se compara el periodo de agosto a noviembre del 2020 con el mismo periodo en 2018, a nivel nacional la población ocupada con hijos menores de 5 años se redujo en 11.0 por ciento en los hombres y en 8.6 por ciento en las mujeres.

“Ante este panorama, deben fortalecer estrategias y programas destinados a apoyar el cuidado de los niños(as) del hogar, verificar y, en su caso, anular el impacto negativo originado por la eliminación del Programa Escuelas de Tiempo Completo”, recomendó.

Asimismo, diseñar otras políticas públicas que otorguen servicios directos de cuidado a las personas infantes, adultas mayores y con discapacidad y consolidar el proyecto federal del Sistema Nacional de Cuidados.

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en México sólo 41 por ciento de los 31.2 millones de mujeres que son madres es económicamente activas, de las cuales 40 por ciento trabaja y 1.0 por ciento busca hacerlo, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020.

A propósito de la celebración del Día de la Madre, señaló que 63 por ciento de las madres ocupada reportaron ser empleadas u obreras, 26 por ciento trabajaban por cuenta propia, 4.0 por ciento eran ayudantes con pago y únicamente 3.0 por ciento reportaron ser empleadoras.

De acuerdo con el ejercicio censal, detalló, en México había un total de 35 millones 221 mil 314 madres en 2020; 72 por ciento de las mujeres de 15 años y más del país eran madres.

Arrojó que las madres en México tenían un promedio de 2.2 hijos o hijas en 2020, cifra que incrementa conforme aumenta la edad de las mujeres.

El instituto refirió que el censo muestra que 48 por ciento de las madres en México en 2020 reportaron estar casadas, 23 por ciento vivían en unión libre, 10 por ciento eran viudas, 9.0 por ciento estaban separadas, 7.0 por ciento informaron estar solteras y 3.0 por ciento indicaron ser divorciadas.