Migrantes, los otros olvidados de la pandemia

Sin dinero, esperan regular su estancia en México; por crisis, trámite queda en vilo; aunque han sido víctimas del crimen no desean volver a su país

Indocumentados confeccionan cubrebocas en un albergue de la CDMX para obtener recursos, el pasado 27 de mayo.
Indocumentados confeccionan cubrebocas en un albergue de la CDMX para obtener recursos, el pasado 27 de mayo.Foto: Especial
Por:
  • Jorge Butrón

Con la esperanza de un mejor futuro José Giovanni huyó de Honduras por la Mara Salvatrucha, pues lo querían reclutar; sin embargo, su madre le pidió irse del país para mantenerse con vida.

“Me amenazaron con matar a mi familia y tuve que trabajar con ellos una semana en lo que juntaba para el pasaje. Mi madre me dijo que abandonara al país, que prefería que estuviera en otro país que preso, donde me iba a ir peor”, aseveró a La Razón.

Sin embargo, todo se complicó para el joven de 26 años al llegar a México, pues al ingresar su solicitud de refugio en Tenosique, Tabasco, fue extorsionado y secuestrado, por lo que se fue a Monterrey, Nuevo León, pero al ser llamado por la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) en la Ciudad de México, viajó para dar seguimiento a su trámite y nuevamente fue extorsionado.

“Mi sueño es tener una residencia permanente y esperaré el resultado. Prefiero morir en México que regresar (a Honduras) y que me asesinen”, dijo el hondureño que desde hace un año espera respuesta.

Ante la emergencia, la Comar suspendió trámites ya tres veces, la más reciente el pasado 28 de mayo, lo que deja en el abandono a los migrantes varados.

“Mi sueño es tener una residencia permanente y esperaré el resultado. Prefiero morir en México que regresar (a Honduras) y que me asesinen”

José Giovanni, Migrante hondureño

Sin dinero, ni trabajo, José Giovanni llegó al albergue Tochan, en la CDMX, hace dos meses, mientras obtiene el resultado de su proceso, que puede retrasarse hasta 12 meses más.

Un caso similar es el de Brian “N”, de El Salvador, quien tramitó su solicitud en enero pasado, pero las autoridades le dijeron que por el Covid tardaría un año.

“La resolución no sé hasta cuando me la vayan a dar, me avisaron que por la emergencia pudieran tardar hasta un año más, cuando los plazos son de 180 días”, relató el extranjero de 29 años, quien fue extorsionado tres veces por la Mara.

“La resolución (al refugio) no sé hasta cuando me la vayan a dar, me avisaron que por la emergencia pudieran tardar hasta un año”

Brian, Migrante salvadoreño

El joven que llegó con la primera caravana al país en 2018 indicó que la tardanza en la respuesta le ha impedido encontrar trabajo y un lugar para rentar, afectando su sueño de formar una familia en el país.

En tanto, Gabriela Hernández, coordinadora del albergue Tochan, señaló que al inicio de la pandemia se tenía un conteo de 35 migrantes en sus instalaciones; sin embargo, por el retraso de la Comar se han salido del lugar y sólo quedan 15, pues vive de las donaciones.

El dato: La Comar advirtió que no podrá reanudar actividades hasta que la autoridad sanitaria determine que no existe ningún riesgo epidemiológico ante la propagación del coronavirus.