PGJEM pudo atrapar al "Coqueto" en 2010

PGJEM pudo atrapar al "Coqueto" en 2010
Por:
  • larazon

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Desde la mañana del 21 de junio de 2010, un año antes de que cometiera el primero de una serie de homicidios, la Procuraduría de Justicia del Estado de México (PGJEM) tuvo datos suficientes para capturar a César Librado Legorreta, El Coqueto. Sin embargo, la falta de una debida investigación permitió que este sujeto violara y asesinara después a siete mujeres.

Una joven de 23 años de la que abusó dio a las autoridades, que entonces encabezaba Alberto Bazbaz, la descripción física sobre el chofer de microbús, la ruta que cubría y la hora en que lo hacía. Aún así, no lo aprehendieron.

Por la falta de resultados, la joven dejó de buscar ayuda en la PGJEM, que decidió archivar el caso hasta hace unas semanas. “Dejé de ir (a la Policía) por el desgaste y el maltrato”, cuenta ella.

En opinión de Guillermo Zayas, ex fiscal de homicidios del DF, “ante la falta de una investigación puntual, la víctima no ve resultados y apoyo de las autoridades, y por ello se desespera y deja de asistir con ellas”.

“Si tenían la media filiación, la ruta en la que trabajaba, la hora del ataque, y no lo detuvieron, sólo se demuestra que faltó labor de investigación para dar resultados y evitar los lamentables hechos que ahora conocemos”, consideró.

Eran las 5:00 de la mañana de aquel 21 de junio. Aún estaba oscuro cuando “Ana”  —cuyo nombre real se cambia por su seguridad— salió de su casa en Valle Dorado. Iba a una entrevista de trabajo.

Librado pasó por ahí en su microbús y ella lo abordó. Le pagó con un billete de 100 pesos. Calles adelante, el chofer se detuvo y le dijo a Ana que se bajara porque estaba fallando la unidad.

Era un lugar solitario y no había iluminación, por lo que ella le pidió que la llevara a un punto menos peligroso. Pero Librado la llevó a una zona donde la atacó. Luego la estranguló, violó y tiró en la calle con la idea de que la había asesinado.

Ahí comenzó otro martirio para Ana, ahora con la Policía. “Ya ni porque me veían casi casi muriéndome”, recuerda.

Quien debía revisarla, la maltrató. “La médico legista me dio un trato que una mujer violada no se merece”, cuenta.

A decir de Guillermo Zayas, la PGJEM debió realizar un retrato hablado y hacer un comparativo con las licencias de los choferes para ubicar al atacante. “Y eso los hubiera llevado a detenerlo”, aseguró.

Pero El Coqueto siguió atacando en esa ruta casi 2 años. Incluso al ser detenido confesó aquella primera violación y otras 7 en las que mató a sus víctimas.