"Los soldados nos dijeron que no nos acercáramos", sobreviviente de explosión

"Los soldados nos dijeron que no nos acercáramos", sobreviviente de explosión
Por:
  • kevinruiz

Enviado en Tlahuelilpan, Hidalgo

Pobladores que estuvieron en la zona de la explosión del ducto de Pemex en esta localidad hidalguense narraron su experiencia, luego de sobrevivir a la incidencia que se registró el viernes y que hasta el momento ha dejado 89 muertos.

“Los soldados nos dijeron que no nos acercáramos, la verdad. Nos querían detener, pero somos necios. Queremos todo fácil y estás son las consecuencias”, narró Sergio "N", de 24 años, que cuenta con dos dos hijos y salvó su vida por segundos.

Ayer, cerca de las 14:00 horas, mientras trabajaba, conocidos le informaron que “estaban regalando gasolina”, que fuera con sus garrafones.

Terminó sus labores de comerciante de alimentos y salió rumbo a casa.

La incertidumbre no lo dejó en paz, comparó el precio de la gasolina legal con el precio de huachicol, seis pesos el litro, para convencerse que tenía que ir por gasolina.

“Me gasto dos mil pesos en estaciones, para la semana me quedan ochocientos para la casa, ¿qué haces con eso?”, dijo levantando un poco el labio superior, una expresión con la que buscaba terminar de comprender por qué la gente no obedeció a los elementos militares que resguardaron la zona e intentaron alejar a los pobladores.

Agarró garrafones de 20 litros y se dirigió rumbo a la colonia San Primitivo. Cientos de personas ya se suministraban del combustible que no tienen debido a la estrategia para combatir el huachicoleo que el gobierno federal ha implementado.

En realidad la desesperación fue por no comprar el litro más barato en Teltipan, un poblado dedicado al huachicoleo, donde siete grupos de habitantes se dividen los ductos y de ahí parten su negocio, según su testimonio.

Al arribar, encontró al tío de su esposa, Edmundo "N", de 43 años, y su hijo Francisco de 13, quien resultó gravemente lesionado por las quemaduras y tuvo que ser trasladado a un hospital de Toluca.

Los tres se repartieron las actividades, primero los botes de Sergio y luego los de Edmundo, pero el tiempo les ganó a todos a las siete de la noche.

“Todo salía como fuente y lo que caía sobre la milpa se formaba charcos y de ahí agarrábamos”, comentó como fueron sucediendo los hechos que llevaron hasta el momento a 89 personas fallecidas.

“Algunos ya se desmayaban por el olor, era insoportable. De verdad, los sacaban arrastrando, algunos ya hablaban solos, intoxicados. Había un chingo de niños jugando mientras sus papás agarraban”, señaló.

Sergio quedó con el rostro rosado a pesar de que es de tez morena, la temperatura le lastimó también las manos.

Contó a La Razón los hechos ocurridos mientras esperaba el hallazgo de Edmundo.

“Tú esposo no salió, 'El Paquito' está quemado”, dijo que contó a su esposa y a la de Edmundo.

“Cierro los ojos y veo todo, sus gritos. Apagué a cinco, me decían: 'ayúdame, ayúdame'. Pero cómo lo hacía si el calor no te dejaba acercar”.

Nada más vio cómo sus pieles se “hacían como plástico arrugado”.

fgr