Con pronóstico en contra, May queda a merced de tories

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Foto: larazondemexico

En Londres

Theresa May tenía otros planes. La niña que fue constante en todas sus tareas quería pasar a la historia como la mujer que logró negociar el primer divorcio de la UE. Y, sin embargo, después de todo el sacrificio de estos últimos dos años, plagados de constantes humillaciones a su liderazgo, todo el esfuerzo podría no haber servido de nada. Porque todo apunta a que el Brexit volverá hoy al punto de partida. La premier se somete hoy a su examen final, la votación definitiva de su plan en el Parlamento británico.

May tenía la esperanza de que durante la Navidad, los ánimos se calmaran y los diputados cambiaran de parecer. Sin embargo, el descontento no ha hecho más que aumentar. Según la BBC, el pacto podría ser rechazado por 433 votos (incluyendo los de 111 “tories”) frente a sólo 206 a favor. La derrota por más de 200 escaños sería la más bochornosa para un gobierno británico.

Hasta ahora, el dudoso honor se reserva para Jim Callaghan, quien en 1978, cuando también lideraba por aquel entonces un gobierno en minoría, fue derrotado por 108 votos ante una medida económica. El laborista logró durar un año más en el puesto. Pero con May y el Brexit el escenario sería muy distinto. Entre otras cosas porque el reloj de arena va corriendo en contra y, según el calendario, los británicos tendrían que salir del bloque el 29 de marzo próximo.

May volvió a advertir que bloquear el Brexit sería un “catastrófico” e “imperdonable” atentado contra la democracia. En un artículo en The Sunday Express, señaló que los diputados no pueden decepcionar al pueblo británico.

El Dato: El laborista Jim Callaghan logró quedarse un año más como primer ministro tras ser derrotado en la Cámara de los Comunes, por impulsar una medida económica.

En caso de que el acuerdo finalmente no sea ratificado, la premier tendrá un plazo de tres días para ofrecer un plan B y el Parlamento podrá, además, presentar alternativas, por lo que todas las opciones se volverían a poner encima de la mesa, entre ellas, la convocatoria de otro referéndum.

Ésta es precisamente la propuesta que defiende el “tory” rebelde Dominic Grieve, antiguo fiscal general del Estado, quien la semana pasada consiguió sacar adelante una polémica enmienda que cambia ahora las reglas del juego. Hasta la fecha, May había amenazado a sus señorías con que si no apoyaban su acuerdo, sacaría igualmente a Reino Unido del bloque sin pacto.

Sin embargo, las posibilidades de un divorcio sin convenio son ya prácticamente nulas porque la mayoría de la Cámara de los Comunes –que ahora tiene más peso que nunca– se opone. Grieve, quien ha recibido amenazas de muerte por su postura europeísta, asegura que si el pacto es rechazado, lo primero que May debe hacer es solicitar la extensión del artículo 50 para ampliar el plazo de la salida. Si se niega a hacerlo, el tory pide incluso a los miembros del Gabinete que presenten su dimisión. “Espero que May escuche con atención lo que los miembros del Parlamento y de su propio gobierno le están diciendo”, apuntó.

Por su parte, el ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, advirtió que la posibilidad de que el Brexit no llegara a producirse “cobra peso”, si se rechaza el pacto entre los legisladores. “Esto llevaría a una crisis de confianza por parte del electorado increíblemente perjudicial y también se dañaría la reputación del país en el extranjero”, matizó.

“Separarse de la UE sin acuerdo, causará turbulencia en nuestra economía, alzará barreras en la cooperación en temas de seguridad y perturbará la vida cotidiana de la ciudadanía”

Theresa May

Primera ministra británica

Como apunta Henry Newman, director de Open Europe, el momento clave “no será si el acuerdo logrará ser ratificado, porque ya se sabe que no será así, sino si los laboristas cambiarán su posición para respaldar un segundo referéndum y si hay suficientes diputados que cambien luego su parecer”.

Según The Daily Mirror, unos 20 diputados laboristas, la mayoría de ellos elegidos en circunscripciones donde triunfó el Brexit, evalúan apoyar el acuerdo de May si va acompañado de garantías adicionales en diversos ámbitos. Aunque a la hora de la verdad, no se espera que más de seis voten con el Ejecutivo conservador.

“Está claro que, si el acuerdo de la primera ministra es rechazado mañana, es hora de elecciones generales, es hora para un nuevo Gobierno”

Jeremy Corbyn

Líder de la oposición laborista

Y será entonces cuando llegue el momento de Jeremy Corbyn. Durante todo el complejo proceso, el foco de atención ha estado puesto en May. Pero si ésta fracasa, el líder de la oposición tendrá que mover ficha. Para el laborista, la prioridad es intentar forzar elecciones anticipadas. Aunque hasta ahora ha evitado comprometerse a presentar una moción de confianza contra el gobierno inmediatamente tras la derrota, según fuentes cercanas al partido consultadas, si la premier pierde por un margen de alrededor de 200 escaños, la acabará presentando antes del viernes.

Eso sí. Tiene pocas posibilidades de salir adelante. Porque una cosa es que los tories voten en contra del acuerdo de retirada y otra que quieran adelantar de nuevo los comicios, teniendo en cuenta que en 2017 acabaron perdiendo la mayoría absoluta. Corbyn tiene gran presión por parte de sus bases para respaldar la opción de un segundo plebiscito. El responsable del Brexit en la oposición, Keir Starmer, considera que una nueva consulta es “casi inevitable”.

Pero en su lugar, el líder laborista podría esperar a que el gobierno presentara un plan B para presentar enmiendas encaminadas a dejar al Reino Unido dentro de la unión aduanera y el mercado único.

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