Durante su etapa como prior general de la Orden de San Agustín, el nuevo Papa León XIV, Robert Francis Prevost, visitó en cuatro ocasiones el municipio de Moroleón, al sur de Guanajuato, fortaleciendo los lazos con la comunidad religiosa local.
El padre Maganda, actual párroco de la iglesia de San Juan Bautista y del Santuario del Señor de Esquipulas, recuerda con gratitud aquellas visitas. “Siempre fue una persona humilde, cercana y fraterna, pese al alto cargo que tenía”, afirma. Durante los doce años que ejerció como superior general —en dos periodos consecutivos—, el entonces líder agustino acudía regularmente a los capítulos provinciales, encuentros clave para la vida interna de la orden.
Las visitas se centraban en la Casa Hipona, un espacio de retiro espiritual en Moroleón, donde el ahora Papa presidía reuniones, celebraciones litúrgicas y encuentros comunitarios. También rendía homenaje a religiosos fallecidos y promovía el fortalecimiento de la vida espiritual agustina.
Además de su papel institucional, el entonces prior general se destacó por su trato cercano. Compartía alimentos con los religiosos sin distinción, recorría barrios como La Venta, El Ranchito y la zona centro, y mostraba particular interés por la labor pastoral en comunidades de base. También visitó templos históricos como el Santuario del Señor de Esquipulas, el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, y otros conventos emblemáticos en Yuriria y Cuitzeo.
Una anécdota que el padre Maganda guarda con especial afecto fue su encuentro con Robert Prevost en Roma, cuando este dirigía la casa general de los agustinos cerca del Vaticano. “Nos recibió con calidez, nos escuchó con atención durante más de una hora. Su sabiduría y compasión eran genuinas”, comenta.
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