Nuevo Papa León XIV

¿Qué es la Sala de las Lágrimas en el Vaticano, donde un Papa lloró al ser elegido?

Después del anuncio de este jueves 8 de mayo, te contamos cuál es el lugar en donde el Pontífice puede expresar sus sentimientos antes de presentarse con el público

La Sala de los Lamentos es uno de los espacios más importantes previos al anuncio de un nuevo Papa
La Sala de los Lamentos es uno de los espacios más importantes previos al anuncio de un nuevo Papa Foto: Especial

Cada vez que un nuevo Papa es elegido, hay una sala en el Vaticano que cobra un significado muy especial: se trata de la llamada Sala de las Lágrimas, un espacio oculto, silencioso y cargado de simbolismo. Su nombre no es oficial, pero ha sido conocido así por generaciones debido a un momento único: ahí, más de un Papa ha llorado al enfrentarse por primera vez al peso de su nueva misión.

¿Dónde está y para qué sirve?

La Sala de las Lágrimas se encuentra dentro del Palacio Apostólico, justo al lado de la Capilla Sixtina, donde se realiza el cónclave papal. Una vez que los cardenales han elegido a un nuevo Pontífice y este acepta el cargo, es llevado a esta pequeña sala para cambiarse y ponerse por primera vez las vestiduras papales: la sotana blanca, el solideo y otros elementos simbólicos del nuevo rol que asumirá.

El Papa León XIV proviene de una familia de Chicago y ellos son sus hermanos.
El Papa León XIV proviene de una familia de Chicago y ellos son sus hermanos. ı Foto: Especial

Allí también se le presentan tres sotanas de diferentes tallas, preparadas con anticipación para adaptarse al nuevo Papa sin saber aún quién será.

¿Por qué se le llama “Sala de las Lágrimas”?

El nombre no es oficial ni litúrgico, pero ha sido adoptado por la tradición eclesiástica y los medios porque es un lugar de profunda carga emocional. Muchos Papas, al quedarse solos por unos minutos tras aceptar el pontificado, se han quebrado en lágrimas al comprender el enorme peso espiritual y humano de guiar a la Iglesia Católica.

Uno de los casos más conocidos fue el del Papa Juan Pablo I, quien según reportes históricos lloró desconsoladamente en esa sala al ser elegido en 1978.

Se dice que incluso repitió: “Dios me perdone por lo que me han hecho”, haciendo referencia a la inmensidad del cargo.

También se cree que otros pontífices, incluidos Juan Pablo II y Benedicto XVI, pasaron momentos de profunda reflexión e incluso lágrimas en ese mismo lugar.

¿Qué ocurre después?

Una vez vestido, el nuevo Papa sale por una puerta lateral hacia la loggia de las bendiciones en la Basílica de San Pedro, donde el mundo entero lo verá por primera vez bajo el icónico anuncio: “Habemus Papam”.

Lo que ocurre en la Sala de las Lágrimas no se graba ni se transmite. Es un instante privado, casi sagrado, donde el nuevo Papa puede sentir miedo, humildad, gratitud y fe, todo al mismo tiempo.

Un lugar que guarda secretos

A pesar de su relevancia, muy pocas personas han estado dentro de la Sala de las Lágrimas. No está abierta al público ni suele mostrarse en visitas guiadas, lo que aumenta su misticismo. Solo los papas y unos pocos asistentes han presenciado lo que allí ocurre.

En resumen, la Sala de las Lágrimas no solo es un vestidor papal: es un espacio de humanidad y transformación, donde el peso de convertirse en el líder espiritual de más de mil millones de personas se vuelve real.

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