La Casa Blanca confirmó ayer que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá este viernes en Anchorage, Alaska, con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en un encuentro que, según la portavoz Karoline Leavitt, será “un ejercicio de escucha” para el mandatario estadounidense. El objetivo declarado es comprender mejor las condiciones y perspectivas de Moscú para poner fin a la guerra en Ucrania, que se encamina a su cuarto año, aunque la ausencia de representantes ucranianos y de líderes europeos en la mesa genera malestar entre aliados y observadores internacionales.
“Sólo una de las partes involucradas en esta guerra estará presente”, recalcó Leavitt. Subrayó que Trump busca una “comprensión más firme” de las posiciones rusas antes de tomar cualquier decisión. La portavoz dejó abierta la posibilidad de que el magnate realice una visita a Rusia en el futuro, aunque no ofreció detalles sobre fechas ni condiciones para ese eventual viaje.
- El Dato: El resultado de la reunión bilateral no sólo determinará el futuro de Ucrania, sino también el equilibrio estratégico en Europa y la credibilidad de las alianzas internacionales.
Este anuncio llega acompañado de tensiones adicionales: Trump ha sugerido que ambas partes deberían ceder territorio para alcanzar un alto al fuego, algo que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, considera inaceptable por razones constitucionales y de seguridad. La postura de Kiev es clara: no habrá negociación sin su participación directa y no se aceptará ninguna fórmula que implique pérdida de soberanía.
En una conferencia de prensa en la capital ucraniana, Zelenski reveló que Putin busca que Ucrania se retire del 30% restante de la región de Donetsk que aún controla, lo que dejaría en manos rusas prácticamente la totalidad del Donbás, una zona de alto valor industrial y estratégico. El mandatario recordó que, en 2014, la anexión ilegal de Crimea se produjo bajo el pretexto de acuerdos temporales, lo que, a su juicio, prueba que cualquier concesión sería utilizada como plataforma para nuevas ofensivas.
El líder ucraniano insistió en que no se retirará de territorios ocupados ilegalmente, advirtió que la propuesta rusa no contempla garantías de seguridad para prevenir futuras agresiones. Zelenski también denunció que los formatos de negociación discutidos por Estados Unidos no incluyen la participación europea, un aspecto que Kiev considera esencial dado que varios países de la Unión Europea han ofrecido respaldo financiero y militar sostenido.
- 11 ucranianos heridos por ataque ruso contra instalación militar, ayer
- 2014 Rusia anexó ilegalmente Crimea, bajo el pretexto de acuerdos temporales
Mientras tanto, las fuerzas rusas intensifican sus operaciones y se aproximan a la ciudad de Pokrovsk, en Donetsk. Analistas militares advierten que las próximas 24 a 48 horas podrían ser decisivas para definir si Moscú logra asegurar esa posición estratégica antes de la cumbre de Alaska. La caída de Pokrovsk complicaría las líneas de suministro ucranianas y reforzaría la posición negociadora del Kremlin.
ALARMA ANTE ACUERDO La exclusión de la Unión Europea a la cita ha generado inquietud en las capitales del bloque. Sus líderes emitieron un comunicado respaldando los esfuerzos de Trump para buscar la paz, pero advirtieron que “el camino hacia la paz en Ucrania no puede decidirse sin Ucrania” y que “las fronteras internacionales no deben modificarse por la fuerza”.
En tanto, Nigel Gould-Davies, investigador del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, alertó que Putin podría aprovechar la reunión para convencer a Trump de reconocer la soberanía rusa sobre zonas ocupadas, incluso más allá de las actuales, y buscar un levantamiento de sanciones. Tal escenario, dijo, supondría una fractura grave en la alianza transatlántica y enviaría un mensaje preocupante a otros actores internacionales.
Por su parte, el canciller alemán, Friedrich Merz, convocó para este miércoles reuniones virtuales con aliados con el fin de persuadir a Trump de mantener un frente unido. Aunque el presidente estadounidense no confirmó su asistencia, afirmó que escuchará “las ideas de todos” antes de encontrarse con Putin.
Desde Kiev, Mykhailo Podolyak, asesor presidencial, advirtió que cualquier acuerdo que no implique una derrota estratégica para Rusia equivaldría a validar su agresión, minar el derecho internacional y debilitar la seguridad global.
- El Tip: Las declaraciones de Trump y la ausencia de Kiev encienden alertas sobre un eventual pacto que deje a Ucrania debilitada y con nuevas agresiones rusas.
ESCENARIO MILITAR COMPLEJO. Mientras tanto, las Fuerzas Terrestres ucranianas informaron sobre ataques con drones y misiles de largo alcance, así como un bombardeo contra una instalación de entrenamiento militar que dejó un soldado muerto y 11 heridos. El mando militar reconoció que la situación en Donetsk es “difícil, desagradable y dinámica”, lo que refleja la presión constante de las tropas rusas.
En tanto, Zelenski emprendió una ofensiva diplomática para reforzar el respaldo internacional antes de la cita en Alaska.
En su mensaje más reciente, afirmó que Moscú no da señales de buscar un alto al fuego real, sino que distribuye tropas para nuevas ofensivas. Entre las exigencias rusas, además de la cesión territorial, figuran restricciones al tamaño y equipamiento del ejército ucraniano, la exclusión permanente del país de la OTAN y el levantamiento de todas las sanciones internacionales.
El lunes pasado, Trump describió la reunión con Putin como una “cita de prueba” y aseguró que, en los primeros minutos, sabrá si es posible llegar a un acuerdo. “Hago acuerdos, eso es lo que hago”, dijo, en alusión a su experiencia en negociaciones, aunque sin detallar qué compromisos estaría dispuesto a aceptar.
En tanto, líderes europeos, con excepción del de Hungría, aliado cercano de Putin, cerraron filas para exigir que cualquier acuerdo respete la integridad territorial ucraniana. Pero la postura flexible de Trump genera incertidumbre que Putín podría aprovechar.