La cumbre realizada el viernes pasado en una base militar de Alaska entre Donald Trump y Vladimir Putin produjo un giro inesperado en el conflicto en Ucrania. Por primera vez, el presidente ruso aceptó la posibilidad de que Estados Unidos y sus aliados europeos otorguen a Kiev una garantía de seguridad semejante al Artículo 5 de la OTAN, lo que significaría que cualquier ataque contra Ucrania sería considerado una ofensiva contra todos los firmantes del acuerdo. El enviado de Trump, Steve Witkoff, calificó la concesión como un “cambio de juego” y la presentó públicamente durante una entrevista en la cadena CNN.
Los detalles de cómo funcionaría este compromiso permanecen sin definir, pero la apertura rusa sorprendió a funcionarios estadounidenses y europeos. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, señaló que el diseño de esas garantías será objeto de debate en los próximos días, subrayó que se trata de una concesión enorme pero aún incompleta.
- El Dato: La presencia de líderes europeos en la Casa Blanca busca evitar un escenario similar al ocurrido en febrero, cuando el encuentro entre Trump y Zelenski derivó en tensiones.
El anuncio generó inmediatas reacciones en Bruselas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebró el gesto de la Casa Blanca y afirmó que la Unión Europea está dispuesta a formar parte de una coalición que vigile la aplicación de cualquier acuerdo de seguridad. A su lado, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Keir Starmer y el canciller alemán Friedrich Merz manifestaron su disposición a acudir a Washington junto con el líder ucraniano, Volodimir Zelenski para garantizar que Europa no quede marginada en las discusiones, este lunes.

Estados Unidos mata a 8 ‘narcoterroristas’ en ataque a tres embarcaciones en el Pacífico
El presidente de Ucrania, por su parte, agradeció el respaldo pero advirtió que aún no existen detalles claros sobre el alcance de las garantías. Reiteró que su país no puede aceptar una paz que implique cesiones territoriales forzadas y enfatizó que la Constitución de Ucrania impide entregar tierras bajo presión.
- 80 Años en los cuales Europa no había visto una guerra más letal
Uno de los puntos más delicados se centra en la región del Donbás, donde Moscú insiste en que las provincias de Donetsk y Luhansk deben integrarse como parte de Rusia. Según funcionarios europeos informados tras la cumbre de Alaska, Putin planteó esa exigencia como condición inicial para suspender la ofensiva. El líder ucraniano rechazó de inmediato la propuesta, alegó que cualquier negociación debe partir de las líneas del frente actuales, no de los reclamos territoriales de Moscú.
Asimismo, de acuerdo con dos personas informadas sobre la postura de Moscú, Rusia renunciaría a pequeñas áreas de la Ucrania ocupada y Kiev cedería partes de su territorio oriental que Moscú no ha podido capturar, según las propuestas de paz discutidas por Putin y Trump en la pasada cumbre.
Antes de la visita de Zelenski, el magnate envió un mensaje directo al líder ucraniano en redes sociales, afirmó que podría poner fin a la guerra “casi de inmediato”.
“El presidente Zelenski de Ucrania puede poner fin a la guerra con Rusia casi inmediatamente, si quiere, o puede seguir luchando”. En una publicación adicional, se refirió a la próxima reunión como un “Gran Día” y expresó su entusiasmo por la cantidad de líderes europeos que lo visitarán.
La Casa Blanca recibe este lunes al presidente ucraniano, acompañado de líderes europeos y del secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Allí se espera que Trump precise los alcances de lo discutido con Putin y que se planteen las condiciones para un eventual acuerdo.

