A Occidente no le interesa democratización de Túnez

A Occidente no le interesa democratización de Túnez
Por:
  • larazon

Fotos AP

lizeth.gomez.razon@gmail.com

Las revueltas en Túnez, que ocasionaron la muerte de 78 personas y provocaron la huida del presidente Ben Alí a Arabia Saudita, colocan al país en una encrucijada con respecto a la creación de un nuevo gobierno que fue anunciado por el primer ministro Mohamed Ghanuchi. El profesor investigador Farid Kahhat, en entrevista con La Razón, habla sobre la situación del país árabe y su efecto en los países vecinos, donde ya se han presentado protestas similares a las ocurridas en el suelo tunecino.

Mohamed Ghanuchi, primer ministro tunecino, anunciaba la creación de un “gobierno de unidad” liderado por el presidente interino Fuad Mebaza.

¿Cómo interpreta este gesto en el futuro político de Túnez? Se suponía que el mundo árabe era la única región del mundo impermeable a la democratización. Ahora Túnez parece mostrar que eso no es realmente cierto. Sin embargo, el hecho de que la transición esté en manos de los antiguos aliados de Ben Alí y de su partido es grave porque está en duda si se logrará una verdadera democracia o se creará un nuevo régimen con mayores libertades políticas que el anterior, pero bajo el control de una elite similar.

Los países árabes son repúblicas en donde el cargo de presidente se hereda. Tanto en Siria como en Libia, los actuales pretenden heredar el cargo a sus hijos y en Túnez Ben Alí pretendía heredarlo a su esposa y eso no le gustó a la gente.

¿Cómo favorece a los países, principalmente europeos, mantener un status quo de regímenes dictatoriales? Los países occidentales priorizan la democracia sólo en regímenes hostiles, pero en regímenes aliados se subordinaban a otros objetivos: buenas relaciones económicas, cooperación en temas de migración y en temas de seguridad, sobre todo en la zona del Magreb, donde está ubicado Túnez y donde están las bases locales de Al Qaeda. Una de las grandes ventajas para la democratización en Túnez es que estos intereses no son particularmente importantes, no hay petróleo ni gas y Al Qaeda ha sido derrotado, así Túnez y los países occidentales pueden coexistir, siempre y cuando garantice estabilidad política, cosas que hacían las dictaduras, y cooperación en migración e interacción económica.

Las revueltas en Túnez crearon una especie de efecto dominó en países vecinos cómo Jordania, Argelia y Yemen, ¿a qué se debe esta situación? La sociedad tunecina es distinta a la mayoría de sociedades árabes, el crecimiento económico ha sido alto en las últimas décadas, tiene una clase media educada y relativamente grande. A pesar de esto tienen cosas en común: todas las protestas están relacionadas con temas económicos, provocados por la crisis mundial que afecta el norte de África. La causa es que gran parte de Europa está en recesión y los países europeos son el principal socio comercial de esta región. Además hay un shock externo por el incremento de los precios de los alimentos esos elementos que están presentes también en Jordania, Libia y Yemen. En Argelia, previendo el efecto de contagio, el gobierno decretó una reducción en el precio de los alimentos. Otra cosa que es común es el acceso masivo a Internet y a televisión satelital, que sirvieron mostraron los problemas comunes.

¿Cuál es el futuro de la región? Los países que no tienen petróleo y que dependen más de la relación con Europa sufrirán más de estas situaciones; los otros países, especialmente a los del Golfo no les ha ido tan mal, por ello Jordania y algunos de sus vecinos pueden enfrentarse a revueltas.

Nuevas medidas del gobierno de transición

»Poner en libertad a todos los presos políticos mediante una ley de amnistía

»Legalizar a todos los partidos que lo soliciten

»Investigaciones a cualquier sospechoso de corrupción o de haber amasado una fortuna bajo el antiguo régimen

»Juicio a los responsables de la represión que costó la vida de al menos 78 personas

Dimiten cuatro ministros

El nuevo Gobierno de unidad nacional en Túnez se desmorona unas horas después de haber asumido sus funciones en medio de nuevas protestas contra su composición. Los tunecinos protestaron nuevamente para reprobar la composición del gabinete, compuesto por 12 ministros de la Asamblea Constitucional Democrática (ACD), partido del depuesto presidente Ben Alí. Opinan que para esto no hicieron la revolución y piden no ya una mayor presencia de opositores, sino la disolución de la ACD al grito de “fuera el partido de la dictadura”.

Ayer dimitieron tres ministros de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) —principal formación sindical del país—, y el líder del Foro Democráticos por el Trabajo y las Libertades, que tuvieron un papel importante en la revuelta y que ahora no reconocen al nuevo Ejecutivo después de haber aceptado formar parte de él.