Acusan de homicidio y crimen de odio a tirador

Al menos 10 cargos por homicidio y crímenes de odio enfrenta Anderson Lee Aldrich, autor del tiroteo que dejó cinco muertos en el Club Q Colorado Springs el pasado fin de semana.

Aunque las investigaciones no concluyen, el vocero del condado, Max D’Onofrio, adelantó que hay evidencia para acusar de estos delitos al joven de 22 años, pues según la información actual fue un ataque directo, pues disparó en cuanto ingresó sin mediar palabra.

Hecho que corroboraron testigos y víctimas, a quienes se les tomó declaración antes de recibir el alta médica. Quienes alcanzaron a ver al agresor confirmaron que el tiroteo inició segundos después de que irrumpió en el bar, aunque hasta el momento las autoridades no han especificado el motivo que llevó al detenido, bajo custodia, a perpetrar estos hechos.

Al respecto, se confirmó que siguen todas las pistas, proceso en el que participa el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) por la magnitud de los hechos.

Una de estas líneas de investigación se concentra en las armas que usó, un rifle tipo AR-15 y una pistola, para determinar cómo y cuándo las adquirió. Hecho que presionan las víctimas luego de las revelaciones de que Aldrich fue arrestado un año antes por amenazas, momento en que se registró su casa y hallaron varias armas, mismas que no se aseguraron.

La información generó malestar entre la población al señalar que lo ocurrido en junio del 2021 pudo ser la diferencia, al retirarle las pistolas al considerarlo una persona peligrosa, pues amenazó a su familia y amagó con usar explosivos, aunque no tenía en ese momento.

Incluso, defensores de las leyes de bandera roja recalcaron que ese hecho aislado fue ignorado y tiempo después el involucrado perpetró un tiroteo fatal, lo que pone la mira en la atención que se da a personas con esta clase de antecedentes violentos.

Sin embargo, algunas autoridades dijeron que tal decomiso no garantiza que se evitara una agresión real.

Al respecto, el alcalde de Colorado Springs, John Suthers, llamó a los afectados a esperar el cierre de la investigación, pues precisó que se analiza su historial para dar detalles sobre encuentros previos con la Policía y determinar si esto se pudo prevenir, según declaraciones a la cadena NBC. Asimismo, comentó, según medios locales, que la familia del atacante se muestra reacia a cooperar.

Horas después las autoridades identificaron a las víctimas letales, entre las que destacan que tres eran de la comunidad gay, entre ellas dos empleados, lo que expolne que pudo tratarse de un ataque contra el club. De acuerdo con información de las familias y amigos dos de ellos eran transgénero, Daniel Aston y Kelly Loving, a quienes reconocen como un ejemplo para la comunidad, pues el primero que era cantinero en el lugar y mostraba apertura a personas que sentían que no eran aceptadas. Otro de los empleados Derrick Rump se asumía abiertamente como gay, lo que ayudó a muchos de sus clientes a hablar abiertamente sobre sus preferencias.

En tanto, dos más llegaron al club a celebrar. Uno de ellos un joven de 22 años, de nombre Raymond Green, acudió por primera vez a este inmueble para festejar el cumpleaños de un amigo, mientras que Ashley Paugh, de 35 años, se encontraba en el club para pasar la noche con varias amigas para el evento de drags.