Se agrava calor; mata a 60 mil en el verano

Luego de cifras récord de calor se reveló que durante el último verano fallecieron más de 60 mil personas tan sólo en Europa por las altas temperaturas y condiciones extremas por arriba de las tres décadas previas, cuando se anticipa que el 2023 será el año más caluroso.

Un informe del Instituto de Salud Global de Barcelona expone que la alta emisión de gases de efecto invernadero provocó consecuencias más severas a la población, pues en poco más de tres meses documentaron 61 mil 672 decesos asociados al clima cálido en la zona.

Dichos datos representan que en promedio, entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre del año pasado, en ese continente fallecieron 629 personas al día en uno de los veranos más arrasadores.

Y es que destaca que el recuento comenzó tras detectar un número inusual de decesos en verano, pues estiman que hubo 25 mil más en comparación con ese mismo periodo en otros años de la última década, lo que pone la mira en la exposición a esas condiciones cuando más países superan sus topes como España al alcanzar los 45 grados centígrados.

A raíz de la información se identificó que no todos los pacientes sufrieron golpes de calor o insolación. Gracias a un modelo epidemiológico se determinó que hubo bajas ligadas a padecimientos preexistentes como enfermedades cardíacas y pulmonares que se agravaron por el clima, en plena lucha contra la pandemia de Covid-19 y sus cuerpos no resistieron la combinación de sintomatología.

“Estamos hablando de personas para quienes esas temperaturas desencadenaron su muerte”, sostuvo el autor del informe, Joan Ballester, advirtiendo sobre los síntomas que no siempre se asocian al calor extremo, sin necesidad de exponerse al sol, pues las afectaciones también ocurren en interiores.

Según el estudio las naciones más afectadas en esa época fueron Italia, Grecia, España y Portugal, lo que se refleja en un alza en la atención médica vinculada a la deshidratación y golpes de calor.

Esta situación se convierte en una advertencia para el verano actual, pues en algunas regiones como China ya restringen las actividades y labores al aire libre ante el calor extremo, levantando las alertas por las peores temperaturas globales promedio.

Y es que en la última semana —del 3 al 9 de julio— la Tierra acumuló siete días consecutivos por arriba de los 17 grados centígrados en promedio ante las condiciones extremas que también impactan en zonas que están en invierno.

Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que esta incidencia se registra luego del peor junio, al anticipar un mayor riesgo no sólo para la población y el medio ambiente, sino para los ecosistemas en general.

Y recordó que este año el fenómeno de El Niño “agudizará el calor (…) generando temperaturas más extremas y olas de calor marinas”, luego de que el máximo del pasado 7 de julio fuera de 17.23 grados; mientras los científicos afirman que habrá nuevos récords, al enfatizar que el océano Atlántico superó por 1.5 grados la media histórica.