ONU alerta por mal comportamiento humano

Por autodestrucción, 1.5 catástrofes diarias

Evaluación Global 2022 estima que desastres serán cada vez mayores y mucho más intensos; anticipan un alza en la aniquilación por un falso optimismo por el cambio climático

Personal de emergencia rescata a damnificados por una severa tormenta en Filipinas hace dos semanas.
Personal de emergencia rescata a damnificados por una severa tormenta en Filipinas hace dos semanas.Foto: AP
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Al sostener que a nivel mundial se ha subestimado el impacto de los desastres naturales, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exhortó a la humanidad y a las naciones a corregir su comportamiento y políticas para evitar una “espiral de autodestrucción”.

En su Evaluación Global 2022, especialistas de la oficina para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) alertan que en las condiciones actuales por la actividad humana el planeta prácticamente está financiando su devastación y podrían registrarse hasta 1.5 catástrofes al día para la próxima década como huracanes, inundaciones, sequías, incendios y otros fenómenos extremos, mismos que cada vez serán más intensos.

Según una proyección, el falso optimismo podría ocasionar hasta 560 desastres naturales durante todo 2030, alrededor de 65 por ciento en comparación con 2015, cuando se presentaron 400.

Asimismo, se detalló que en las últimas décadas el promedio anual fue de entre 350 y 500 y, sin un cambio, la escalada no se detendrá, ocasionando más muerte y mayor aniquilación, pese a que en los últimos años se redujo el número de personas afectadas, así como impacto económico, pues se calcula que en promedio éstos costaron 170 mil millones en la última década.

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El análisis reveló que al no detectar las malas decisiones el planeta ya se encuentra ante un severo peligro, ya que se subestimó el daño y las políticas han sido insuficientes para revertir o frenar esta espiral que altera la vida, la salud y medios de subsistencia.

Por ello, la vicesecretaria del organismo, Amina Mohammed, llamó a ser conscientes sobre el peligro que implica la forma en que vivimos, construimos e invertimos, pues todo tiene impacto en el medio ambiente, según los resultados del informe “Nuestro mundo en riesgo: transformar la gobernanza para un futuro resiliente”. Y ratificó que sólo “juntos podemos frente al ritmo de los desastres evitables”.

En esta tónica, el representante de la oficina que evalúa el riesgo a nivel mundial, Mami Mizutori, recalcó la importancia de replantear cómo se abordan esos peligros, pues el aumento de desastres debería ser un llamado de atención para gobiernos y sociedad en general. A ambos sectores les recordó que todo riesgo es anticipable “sólo si los países invierten el tiempo y los recursos necesarios para comprender y reducirlos”; es decir, si readaptan sus estrategias al avance del cambio climático y fortalecen medidas en favor del medio ambiente.

En días recientes especialistas han recordado la importancia de tomar acción para proteger a la población de daños severos, y advierten que no hacerlo acelerará exponencialmente la temporalidad y la intensidad con que se presentan dichos fenómenos.

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Asimismo, los investigadores que participaron en el proceso de evaluación adelantaron que las comunidades más pobres en países en desarrollo son las que sufrirán mayor daño, tanto por la falta de preparación para atender estos casos, como por las pérdidas económicas para revertir el impacto, pues sus estimaciones apuntan a que éstas equivalen hasta al uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) actual.

Y éste se eleva por el aumento de la población en zonas de extrema pobreza, pues por la falta de atención son las más propensas a sufrir un grave impacto.

Dicha aseveración se vincula a la caída en la cobertura mundial para atender todo tipo de desastres, pues reconocen que en las naciones en desarrollo los planes de aseguramiento son prácticamente nulos con un promedio de apenas 10 por ciento, cifra inferior al 40 por ciento de protección que había contra catástrofes en la década de los 80.

Y recalcaron la necesidad de encarrerarse a un camino de recuperación sin complacencias, de lo contrario sufrirán el impacto de fenómenos que alteren la agricultura y la alimentación.

  • El dato: Autoridades meteorológicas mundiales eliminaron el nombre Ida de la lista de nombres para huracanes por la devastación provocada el año pasado cuando golpeó estados de EU.