Lula alista reunión con Ministro de Defensa

Brasil sacude la protección presidencial; destituye a 43

A una semana de la invasión da un golpe sobre la mesa para reforzar seguridad; evidencia desconfianza ante ataques en Planalto y poco antes de mudarse al Palacio de la Alvorada

Elementos de seguridad montan guardia afuera del Tribunal Supremo, tras el asalto.
Elementos de seguridad montan guardia afuera del Tribunal Supremo, tras el asalto.Foto: AP
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A días de destapar las sospechas de una colusión entre bolsonaristas y los vigilantes de Planalto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó a 43 militares asignados Palacio de la Alvorada por temas de seguridad.

Medios locales confirmaron que la decisión, publicada ayer en el Diario Oficial por su oficina, evidencia la desconfianza en el sector luego de la invasión a la sede presidencial, al Congreso y al Tribunal Supremo de la nación.

Y es que el golpe en la mesa del izquierdista se da antes de mudarse a la residencia oficial, retraso que ya adelantaba la primera dama, Rosangela da Silva, quien admitió en entrevistas locales que probablemente lo harían a finales de mes, pero el ajuste del abanderado del Partido del Trabajo (PT) expone que podrían tardarse más, en lo que se acopla el nuevo equipo encargado de brindarle protección como máximo líder.

Entre los removidos hay miembros del Gabinete de Seguridad, pero no se confirmó si existen sospechas o acusaciones en su contra, luego del señalamiento de Da Silva contra militares y policías por presuntamente facilitar el paso de simpatizantes del exmandatario Jair Bolsonaro en el fallido golpe en su contra, pues alertó que hubo apoyo interno.

Ante los cambios, el titular de la Casa Civil, Rui Costa, adelantó que se prevé una renovación total de ese cuerpo para reforzar las medidas de seguridad no sólo del sitio en el que vivirá el mandatario sino de los tres poderes de la unión y facilitar el traslado de Lula y su esposa, quien aseveró que esperarán hasta contar con el inventario del recinto y datos exactos de las condiciones de éste para asentarse oficialmente, pues declaró que los actos fascistas decepcionaron y desconcertaron al mandatario.

Tras la polémica decisión que pone en la mira a todos los cuerpos de seguridad de Brasil, se adelantó que esta misma semana el Ejecutivo se reunirá con su ministro de Defensa, José Múcio, cuestionado por la falta de reacción ante el asalto del pasado 8 de enero.

Según medios locales y filtraciones, el encuentro será este 20 de enero, 12 días después de la invasión, y antes del primer viaje fuera del país, luego de que el mismo Costa dialogara con Múcio, a quien políticos le exigieron renunciar tras ser rebasado por los insurrectos en el Congreso y en los campamentos; pero el aliado de Lula dijo que sólo el mandatario decidirá su continuidad.

Sin especificar las prioridades a tratar en ese acercamiento, se dijo que también acudirán los comandantes del Ejército, Julio César de Arruda; de la Marina, Marcos Sampaio Olsen, y de la Fuerza Aérea, Marcelo Kanitz; proceso en el que se prevé que Lula exponga sus preocupaciones en torno a la seguridad y posibles omisiones, pero también haya demandas económicas por parte de las Fuerzas Armadas de Brasil.