Constitución, un pendiente

División frena vuelta a la página a 50 años del golpe de Pinochet

Exigencia de justicia para víctimas de la represión choca con pulsiones y reclamos de defensores del régimen militar; en Santiago, AMLO destaca legado de Allende; el presidente Boric, heredero de sus ideales, señala

El presidente Gabriel Boric encabeza marcha antirrégimen con deudos de las víctimas, ayer.
El presidente Gabriel Boric encabeza marcha antirrégimen con deudos de las víctimas, ayer.Foto: AP
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Chile conmemora el 50 aniversario del golpe de Estado profundamente dividido. El hecho representa una huella imborrable que sigue visible: con cuentas pendientes por las víctimas del régimen de Augusto Pinochet y la posición de quienes defienden los logros económicos de aquél. Una confrontación que hoy permea en la coyuntura actual en la que se busca dar vuelta a ese dramático episodio con una nueva Constitución.

El 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas avanzaron hacia La Moneda en una revuelta contra el presidente electo Salvador Allende por la amenaza de que, decían, impusiera una era socialista.

El militar apoyado entonces por Estados Unidos, desplegó a sus soldados armados con tanques y respaldados por equipo aéreo, rodeó la sede donde se refugió el izquierdista ante la sublevación y en cuestión de horas concretó el golpe.

Así, Pinochet instauró una dictadura que se extendió por décadas incluso tras dejar el poder tras un plebiscito amañado. Y ejerció una dura represión contra los disidentes que intentaron sublevarse al torturar e interrogar por días o semanas a miles de jóvenes en sitios como el Estadio Nacional de Santiago.

A más de medio siglo, esta fecha nuevamente exhibe la alta crispación que prevalece en la sociedad, según un análisis de los internacionalistas Eduardo Rosales y Claudia Márquez.

Militares armados toman el control del Palacio de la Moneda durante el golpe del 11 de septiembre de 1973.
Militares armados toman el control del Palacio de la Moneda durante el golpe del 11 de septiembre de 1973.Foto: Especial

El autor de El Juicio del Siglo. Augusto Pinochet frente al Derecho y la Política Internacional, afirma que Chile vive este momento histórico en polarización, a causa de una herida que aún tiene reflejos en situaciones políticas y sociales.

Por ejemplo, la firma del Plan Nacional de Búsqueda o contra el olvido impulsado por el presidente Gabriel Boric para esclarecer los crímenes y el paradero de víctimas de asesinato, desaparición y tortura, que incluye desclasificar archivos.

Rosales Herrera atribuyó la división a la desinformación, “un caldo de cultivo” para tendencias de ultraderecha que desean volver a la era represiva por falsos aspectos positivos, pese al horror y muerte provocado por un régimen que dejó miles de víctimas.

El internacionalista explicó que los sectores que respaldan al golpista, que gobernó de 1973 a 1990, desean el retorno del desarrollo, prosperidad económica y estabilidad, que, sostienen, se tuvo en ese periodo, pero ignoran a las más de 40 mil víctimas, tres mil 200 de ellas ejecutadas o desaparecidas, según la Comisión Nacional de Verdad o Informe Rettig.

Encapuchados protestan contra el poder previo a la conmemoración del golpe de Estado.
Encapuchados protestan contra el poder previo a la conmemoración del golpe de Estado.Foto: AP

Al respecto, Claudia Márquez precisó que hechos “sangrientos” ocurridos en la era del régimen militar evidencian que aún hay deudas e inconformidad social, pero comentó que hoy “Chile está en una situación distinta”.

Agregó que desde antes de la pandemia Chile intentó ahondar en las investigaciones contra el dictador —quien a diferencia de sus cómplices no fue juzgado en vida—, y tras el impasse de la emergencia sanitaria hoy se busca saldar esa deuda, pues “no es fácil enfrentar al pasado”.

Sin embargo, detalló que ésta es una dolorosa lección que aún enfrentan Chile y más países. Hoy se muestra que se puede cambiar “sin llegar a medidas extremas”, como el punto de quiebre que impactó a América Latina, región con pasados complicados, pues también padece el tema de los desaparecidos México, aunque éste no por un ataque al Estado de derecho.

Incluso, los analistas consultados coincidieron en que la insatisfacción no se ha superado, pues a cinco décadas sigue sin quedar pavimentado el camino de la reconciliación, la búsqueda de la paz y la estabilidad frente a la represión, las vejaciones y la violación a los Derechos Humanos.

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Reconocen unidad de Boric

Al evaluar la gestión actual, destacaron el trabajo del izquierdista, quien no había nacido cuando el golpe de Pinochet.

Señalaron que llegó con enormes retos y que se caracteriza por un perfil conciliador y mesurado ante las polémicas, como el recuerdo de ese golpe de Estado.

Proceso en el que aceptó el año pasado la decisión de la mayoría (más de 60%) de mantener la Carta Magna de la era Pinochet, pese al reclamo de unos de borrar todo rastro de la represión. Y sin imponer su visión, pues ganó el “no” para echar atrás el escrito de espíritu pinochetista, dio paso a otra redacción, ahora a cargo de la derecha de su rival electoral José Antonio Kast, que se votará a finales de año.

Márquez dijo que, aunque Chile ha sufrido históricamente, hoy goza de mayor estabilidad y crecimiento, en comparación con otros, mientras que Rosales declaró que, aunque Boric no resolvió los problemas, para otro el camino no sería fácil.

Democracia, aún lejana

 Eduardo Rosales aseveró que estos golpes muestran que en América Latina “la democracia no ha llegado en toda su expresión”.

Enfatizó que faltan sociedades más informadas para evitar que ello se repita, especialmente con políticos que “perdieron la brújula”. Recalcó que lo anterior abre puertas al populismo, en referencia a los casos de Donald Trump (EU) y Jair Bolsonaro (Brasil). A 50 años Chile no escapa del contexto mundial, lo que recuerda que como en 1973 con la Guerra Fría el mundo vive ahora una la invasión rusa en Ucrania.

Por ello, Boric y exlíderes ratificaron su compromiso democrático, una señal de su posición contra cualquier golpe de Estado.

Y siguen los reclamos con 11 detenidos

Miles de familiares de las víctimas del régimen de Augusto Pinochet y ciudadanos que rechazan el golpe de Estado marcharon en recuerdo de la crisis de hace 50 años, lo que desató actos violentos con un saldo de 11 detenidos.

El presidente Gabriel Boric reiteró su compromiso para saldar esta deuda histórica y dar con la verdad al sumarse a la Romería que al grito de “¿dónde están?” exigió nuevamente justicia mostrando los rostros y datos de quienes fueron asesinados, torturados o desaparecidos por Augusto Pinochet y sus cómplices del régimen militar.

Aunque gran parte de la jornada avanzó en calma, medios reportaron incidentes cerca de la sede presidencial, fuertemente resguardada, y en el cementerio general.

De acuerdo con autoridades locales, disidentes vestidos de negro aprovecharon la conmemoración para atacar a las fuerzas del orden al lanzarles piedras, bengalas y bombas molotov, mientras otros trataban de romper las vallas de seguridad, actos que repudiaron los deudos de quienes buscan la verdad.

Esta situación provocó choques violentos, pues la Policía intentó disuadirlos con chorros de agua, pero éstos respondieron con más violencia y actos de saqueo, destrozos al mobiliario y vandalismo contra las tumbas y la memoria de víctimas o el Mausoleo de Carabineros, hechos en los que al menos seis uniformados resultaron heridos, así como un perro policial, y casi el doble de vándalos acabaron tras las rejas.

Los presidentes López Obrador (centro) y Gabriel Boric, ayer con María Isabel Allende, hija del exmanadatario chileno.
Los presidentes López Obrador (centro) y Gabriel Boric, ayer con María Isabel Allende, hija del exmanadatario chileno.Foto: Cuartoscuro

En medio de protestas, AMLO respalda a Boric

El Presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su reconocimiento al mandatario de Chile, Gabriel Boric, a quien reconoció como el “heredero” de los ideales de Salvador Allende.

Durante la visita que el Presidente de la República realizó a Chile, sostuvo una reunión privada con su homólogo, tras la cual resaltaron que a ambas naciones las une la historia, la fraternidad y el anhelo de seguir construyendo una auténtica democracia.

Al manifestarle su respaldo, en medio de manifestaciones públicas en contra del gobierno del mandatario chileno, el Presidente López Obrador se refirió a Gabriel Boric como heredero de “Allende, apóstol de la democracia”.

“Amigo y compañero presidente Boric, usted es heredero del pensamiento del libertador O’Higgins y de los ideales del presidente Salvador Allende, apóstol de la democracia de la república de Chile y ejemplo de dignidad en el mundo; usted representa también a un pueblo que vio nacer a uno de los mejores poetas del mundo, del universo, a la excepcional Gabriela Mistral y al inolvidable Pablo Neruda”, indicó.

El mandatario mexicano participó en el evento por los 50 años del exilio chileno en México, en el que recordó que en la época del golpe de Estado en Chile surgió su convicción por la transformación por la vía pacífica y electoral con el ejemplo que legó Allende.

“Desde entonces, y con todo respeto a los partidarios de la transformación por la vía armada, nosotros, siguiendo las enseñanzas del presidente Allende, apostamos a que con la incidencia de amplios sectores es posible echar a andar y hacer realidad la transformación que requieren los pueblos de manera pacífica, con menos sacrificios y, posiblemente, con mayor profundidad”, resaltó.

En su mensaje, López Obrador señaló que la experiencia de su gobierno demuestra que la transformación ha sido posible gracias a la internalización del pueblo.

“Le llamamos revolución de las conciencias y esto nos ha permitido poner al desnudo al régimen de corrupción y privilegios, con sus formas de control y manipulación, y ahora es el pueblo de México el principal protagonista de la vida pública; no hay una oligarquía dominando con fachada de democracia”, expuso el jefe del Ejecutivo federal.

López Obrador reconoció que Allende era un pacifista, por lo que enfatizó que su asesinato “fue un crimen horrendo; el que opta por la lucha armada sabe que se opta por vencer o morir, pero el que no quiere la violencia para su pueblo y para nadie, y ve con profundo respeto, con profundo amor, incluso a su adversario, no merece ser tratado de esa manera. La traición de Pinochet fue abominable, es una mancha que no se borra ni con toda el agua de los océanos”, dijo.

El Presidente de México subrayó que Allende dejó muchas lecciones de humanismo y democracia y, en ese contexto, resaltó que su administración ha logrado resultados positivos, al priorizar el bienestar de los más desprotegidos.

“En nuestro caso, la estrategia política que seguimos, y nos ha dado buenos resultados, se podría resumir en la frase: ‘por el bien de todos, primero los pobres’. Es un timbre de orgullo, de constatar que, a pesar de la pandemia, pudimos reducir durante nuestro mandato la pobreza en México; hemos logrado reducir la desigualdad, como no había ocurrido en décadas en nuestro país.

Además del humanismo que implica esta política, debemos tener presente atender a los más pobres, a los desposeídos, a los humillados”, declaró.

Como parte de su visita a Chile, el Presidente López Obrador otorgó la Orden del Águila Azteca, en grado insignia, a la senadora chilena Isabel Allende Bussi, hija del expresidente Salvador Allende.