California y Florida, nuevo foco del virus; Trump frena pruebas

Contra el optimismo del presidente Donald Trump, su propio gobierno admitió que ya se prepara para una segunda ola de infecciones de Covid-19 en otoño e invierno, después de un breve alivio, cuando los estragos de la primera ola aún se perciben, con récords de casos diarios en 12 estados.

Peter Navarro, director de política comercial y de fabricación de la Casa Blanca, dijo: “Estamos llenando las existencias (de suministros médicos) en anticipación de un posible problema en el otoño. Estamos haciendo todo lo que podemos”, declaró ayer en una entrevista para CNN.

Los comentarios contrastan con las reiteradas afirmaciones del presidente de que el virus “desaparecerá” y su cuestionamiento a que esta enfermedad, que ha matado a casi 120 mil estadounidenses, prevalezca hasta finales de año.

En cualquier caso, la pandemia gana terreno en el país, que registró un aumento nacional de 15 por ciento en las últimas dos semanas y los pasados viernes y sábado informó más de 30 mil nuevas infecciones, sus totales más altos desde mayo. El número de enfermos repuntó en 18 estados del sur, oeste y medio oeste.

El sábado, Florida reportó 4 mil 49 nuevos casos, lo que elevó el total del estado a unos 94 mil positivos y más de 3 mil muertes; Carolina del Sur se anotó mil 155 nuevos contagios; Missouri, 375 y Nevada, 452. Arizona, Utah y Montana también alcanzaron números máximos.

California, Texas, Alabama, Oklahoma y Oregon también superaron sus propios indicadores la semana pasada.

Sorprendentemente, las nuevas infecciones se han dado más en jóvenes que en adultos mayores; más personas en Florida de entre 20 y 30 años dieron positivo, lo que habla de un riesgo mayor para colegios y universidades que planean un pronto retorno a las aulas.

De acuerdo con las proyecciones de PolicyLab, un centro de estudios de salud del Hospital Infantil de Filadelfia, los estados de Florida y California “presentan todas las características para ser los próximos epicentros”, por lo que autoridades ya recomendaron evitar las multitudes de más de 50 personas. También alentó el distanciamiento social y el uso de revestimientos faciales en reuniones más pequeñas.

PRESIDENTE FRENA LAS PRUEBAS. El sábado, Trump afirmó que retrasará el despliegue de pruebas de detección, vitales para el control de la enfermedad. Después de presumir que Estados Unidos había evaluado a millones más que cualquier otro país, aseguró que en vista de que se elevan los números, lo mejor será ralentizar el proceso de examinación.

“Cuando se hacen más pruebas encontraremos más casos. Así que le dije a mi gente, ‘ralenticen las pruebas’” e insistió en que las escuelas deben abrir en otoño.