Crisis política en Túnez se expande por Medio Oriente

Crisis política en Túnez se expande por Medio Oriente
Por:
  • larazon

Especial

La movilización en Túnez, que acabó con 23 años de dictadura de Ben Alí, tuvieron repercusión en los países árabes. Los incidentes de protestas e intentos de suicidio públicos para mostrar el disgusto por la falta de fuentes de trabajo y las condiciones en que vive la población, alcanzó su punto más dramático en Argelia, donde un hombre de 37 años se quemó en la región de Tebessa, cerca de la frontera con Túnez, para protestar por la falta de empleo. Mohcin Buterfif fue hospitalizado en estado grave.

Fue precisamente una acción similar la que desencadenó las protestas en Túnez la semana pasada. Para evitar un movimiento similar las autoridades argelinas destituyeron inmediatamente al alcalde de Bujadra, que se había negado a recibir a Buterfif y a 20 jóvenes que lo acompañaban. De acuerdo con el diario El Watan, es la cuarta tentativa de suicidio con fuego registrada en Argelia desde el miércoles pasado. En todos los casos se trata de hombres jóvenes sin empleo.

La crítica situación también se hizo presente en Libia, otro país regido por una dictadura, donde hubo protestas en las ciudades de Darna y Bengasi, en las cuales se quemaron algunos comercios. En Yemen miles de jóvenes universitarios se manifestaron en la capital para solidarizarse con los tunecinos y llamar a los pueblos árabes a rebelarse contra unos dirigentes “mentirosos y asustados”. Además lanzaron consignas contra Alí Abdalá Saleh, presidente de Yemen desde hace 32 años.

Por su parte en Jordania los líderes de las protestas fueron militantes de sindicatos y partidos islámicos quienes pedían la dimisión del primer ministro, Samir Rifai, y la realización de reformas políticas.

Sin embargo, el ministro de Exteriores de Egipto, Ahmad Abul Gheit, calificó de “absurdos” los temores al contagio de las protestas a otros países árabes. “Cada sociedad tiene sus propias especificidades. Aquellos que buscan provocar una escalada no lograrán sus objetivos”, expresó.

Gheit también advirtió a Occidente que no se inmiscuyera en los asuntos árabes, con lo cual respondió al llamado de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, quien llamó a los gobiernos árabes a emprender reformas democráticas.

CREAN GOBIERNO DE UNIDAD. Túnez conformó un gobierno de “unidad nacional”, encabezado por el actual primer ministro, Mohamed Ghanuchi, a tres días de que el ex presidente Ben Alí huyera a Arabia.

De esta forma Túnez pone rumbo hacia la transición política tras los anuncios realizados por el primer ministro del país, Mohamed Ghanuchi, quien adelantó la composición del nuevo Gabinete.

Ghanuchi manifestó que las formaciones políticas que lo soliciten serán legalizadas de cara a los próximos comicios “que se celebrarán en seis meses”, y que los presos de conciencia podrán abandonar las prisiones. Los cambios también incluyen la eliminación del Ministerio de Información y la investigación de todos los sospechosos de corrupción.

En el nuevo Gobierno de unidad, encargado por el presidente interino, Fuad Mebaza, permanecerán los titulares de cuatro Ministerios del antiguo Ejecutivo: Defensa, Finanzas, Asuntos Exteriores e Interior. Otra de las novedades es la incorporación de tres representantes de la oposición: el líder del partido Ettajdid, Ahmed Brahim; el líder del Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades, Mustafá Ben Jaafar; y el líder del Partido Democrático Progresista, Nejib Chebbi.

El último balance oficial desde que comenzaron las revueltas en Túnez suma 78 víctimas mortales, declaró Ghanuchi.

Ben Alí se llevó una tonelada de oro

El ex presidente de Túnez, Zine el Abidine Ben Alí, a pesar de su precipitada huida del país, salió con una tonelada y media de oro en lingotes por valor de 61 millones de dólares. La mujer de Ben Ali, Leila Trabelsi —una de las personas más odiadas del pueblo tunecino por su afición al dinero y a colocar a su familia en puestos clave—, se presentó el pasado viernes en el banco central de Túnez para buscar los lingotes.

Para el Gobierno francés, Ben Alí dejó de ser un aliado consentido (Francia es el primer socio económico de Túnez) a un completo indeseable. El portavoz del gobierno francés, François Baroin, aseguró ayer que Francia se atiene a las “disposiciones de las autoridades tunecinas” a fin de decidir la suerte del patrimonio inmobiliario que la familia de Ben Alí posee en el país.