Efecto pandemia empuja a 500 millones a la pobreza

Efecto pandemia empuja a 500 millones a la pobreza
Por:
  • larazon

Las consecuencias económicas del coronavirus tienen el potencial de arrastrar a cerca de 500 millones de personas más a la pobreza, este año, si no se toman medidas urgentes para rescatar a los países en desarrollo, alertó la organización Oxfam, de cara a las reuniones clave que celebrarán la próxima semana el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A efecto de persuadir a los ministros de Finanzas del mundo y a los líderes mundiales congregados en esa cumbre, Oxfam llamó, con base en su análisis “Elijamos dignidad, no indigencia”, publicado ayer, acordar un plan de rescate económico universal, que permita mantener a países y comunidades pobres a flote, en el contexto de esta pandemia.

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El documento refleja que el paro de las actividades económicas impuesto por varios gobiernos para controlar la expansión del virus podría sumir en la pobreza a entre 6 y 8 por ciento de la población mundial. Esto podría suponer un retroceso de una década en la lucha contra la pobreza, y de hasta 30 años en algunas regiones, como el norte de África y su región subsahariana, y las naciones de Medio Oriente, en particular las que se encuentran en estado de guerra.

En este sentido, más de la mitad de la población mundial podría vivir en condiciones de pobreza tras la pandemia.

“Un plan de rescate económico universal permitiría a los países pobres proporcionar subvenciones en efectivo a todas las personas que hayan perdido su fuente de ingresos, como resultado del coronavirus, así como rescatar a las pequeñas empresas y negocios, que son más vulnerables”, concluyó la organización, con sede en Nairobi, Kenia.

"Los gobiernos deben aprender las lecciones de la crisis financiera global de 2008, cuando se rescató a los bancos y a las grandes empresas a costa del resto de la ciudadanía”

José María Vera

Presidente de Oxfam Internacional

De esta manera, Oxfam sugirió “la cancelación inmediata” de los pagos de la deuda externa de los países en vías de desarrollo, respaldada con al menos mil millones de dólares de capital inyectado. Esta medida, por ejemplo, permitiría a Ghana, una de las naciones más pobres del mundo, conceder una subvención de 20 dólares al mes a cada uno de los 16 millones de niños y niñas, personas con discapacidad y adultos mayores que hay en su territorio, durante seis meses.

La segunda propuesta radica en movilizar recursos para aumentar los fondos de los países. Si esto se lleva a cabo, señala Oxfam, Etiopía tendría acceso a 630 millones de dólares, suficiente para aumentar su gasto en salud en 45 por ciento.

“Los ministros de Finanzas del G20 (el grupo de las principales economías más industrializadas del mundo), el FMI y el Banco Mundial deben acordar la inmediata inyección de dinero en los países en desarrollo para ayudarles a rescatar a las comunidades en situación de pobreza y vulnerabilidad. Deben cancelar inmediatamente el pago de la deuda en 2020 y alentar a otros acreedores a que hagan lo mismo, y emitir al menos un billón de dólares en derechos especiales de giro”, externó José María Vera, director ejecutivo de Oxfam Internacional.

La situación se agrava, agrega el estudio, con la desigualdad, tanto en países pobres como en los más ricos, pues la clase más desfavorecida, que no tiene un empleo formal, ni prestaciones ni licencia por enfermedad o la posibilidad de trabajar desde casa, se queda sin opciones para sustentarse.

Con perspectiva de género, las mujeres tienen más probabilidades de ser perjudicadas económicamente, al estar en la primera línea de respuesta a la pandemia, pues constituyen 70 por ciento de la fuerza laboral en el sector de la salud en el mundo y se ocupan de 75 por ciento del trabajo de cuidados no remunerado, lo que incluye estar al pendiente de sus hijos, de los enfermos y de los adultos mayores. A su vez, ellas tienen más probabilidades de tener empleos precarios y mal remunerados, que además son los más amenazados por la crisis.

Varias de las naciones más ricas, observó el documento de Oxfam, comenzaron a aplicar medidas de estímulo económico valoradas en miles de millones de dólares para apoyar a los negocios y a los trabajadores y trabajadoras, pero la gran mayoría de los países en desarrollo no disponen del alcance financiero necesario para tomar este tipo de medidas.

En un llamado más enérgico, la organización exigió a los gobiernos devolver el favor a la población, que padeció del rescate de la banca mundial en 2008.

“Los gobiernos deben aprender las lecciones de la crisis financiera global de 2008, cuando se rescató a los bancos y las grandes empresas a costa de la ciudadanía, que tuvo que asumir la destrucción de puestos de trabajo, la congelación de los salarios y enormes recortes a servicios básicos como la atención médica.

“Los paquetes de estímulo económico deben apoyar a las trabajadoras y trabajadores y a las pequeñas empresas, y los rescates a las grandes empresas deberán estar sujetos a que tomen medidas para contribuir a unas economías más justas y sostenibles”, añadió José María Vera.