Advierte Memorial que acudirá a instancias internacionales

Escala Rusia embestida civil al cerrar la ONG más antigua

El grupo defensor de los derechos humanos acusa motivación política; Kremlin alega que movimiento violó la ley de agentes extranjeros y ha desvirtuado a la extinta Unión Soviética; arrestan a dos aliados de Navalny

Policías reprimen a manifestantes y activistas afuera del Tribunal supremo en Moscú, ayer.
Policías reprimen a manifestantes y activistas afuera del Tribunal supremo en Moscú, ayer.Foto: AP
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El tribunal supremo de Rusia cerró la organización Memorial International, el grupo de derechos humanos más antiguo en el país, argumentando que violó la ley; sin embargo, ésta refiere que es una jugada política, por lo que recurrirá a instancias internacionales para evitar su desaparición, mientras gobiernos y defensores condenaron la acción represiva.

Luego de que la Organización No Gubernamental (ONG) reforzara el proceso para esclarecer los crímenes cometidos por la extinta Unión Soviética (URSS) y líderes como Joseph Stalin, el Kremlin sepultó las aspiraciones de las asociaciones civiles al eliminarlas, por su postura desafiante, tal como ocurrió con el movimiento del opositor preso Alexei Navalny, pues las desaparece cambiando su estatus legal y tachándolas de extremistas.

A casi un mes de que el gobierno promoviera su disolución, por supuestamente ser ilegal, la juez Alla Nazarova falló a favor de la Fiscalía para liquidar a Memorial, fundada en 1989 por antisoviéticos, entre ellos el Premio Nobel de la Paz Andréi Sájarov, por quien se creó un galardón, cuya última entrega fue para el mayor crítico del presidente Vladimir Putin, Navalny.

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La jueza selló el proceso al sostener que la organización cometió reiteradas y graves violaciones de la ley rusa sobre agentes extranjeros, pues, pese a contar con colaboraciones ajenas a Rusia, no incluyó advertencias sobre esta participación, lo que permitió al Kremlin ponerle una enorme lápida, a cinco años de declararla como “extranjera”, por presuntamente recibir financiación internacional.

Al respecto, el fiscal del caso, Alexei Zhafyarov, refirió que Memorial se convirtió en un arma política contra Rusia, pues aseveró que con apoyo del exterior ha presentado “de forma mentirosa a la URSS”. El aliado del Kremlin reiteró que los integrantes de este movimiento sólo buscan desacreditar a la Unión Soviética, tachándola de Estado terrorista y señalándola por reivindicar crímenes nazis.

Con estas acciones el gobierno de Putin sella uno de los años más restrictivos contra asociaciones civiles, opositores y medios de comunicación críticos, justificando el estricto apego a la ley, pues se trata de organizaciones extremistas, influenciadas por líderes extranjeros.

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No obstante, líderes de la Sociedad Internacional Histórica, Educativa, Benéfica y de Derechos Humanos Memorial adelantaron que solicitarán la intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para revertir este polémico cierre que daña todas sus estructuras, ante lo que calificó como persecución política hacia quienes están en su contra. Asimismo, impugnarán el fallo y no se darán por vencidos, pues alistan acciones legales para evitar ser sepultados por el actual régimen, que también ha violado derechos humanos tal como lo hizo la URSS.

La decisión provocó de manera inmediata protestas en la región. Pese al clima congelante con temperaturas bajo cero, decenas de integrantes y simpatizantes de Memorial se dieron cita afuera del recinto ante la inminente medida contra ésta, lo que provocó confrontaciones con policías, que arrestaron a tres personas, según agencias. Horas después, se reportó la aprehensión de dos aliados de Navalny por supuesto extremismo. El brazo derecho del opositor, Leonid Volkov, —exiliado en Lituania— denunció que la Policía allanó las casas de la diputada Ksenia Fadeeva y de Zakhar Sarapulov y se los llevó, hecho por el que podrían ser condenados a 12 años de prisión.

Por separado, Estados Unidos y Alemania repudiaron la restricción contra disidentes. A nombre de la primera potencia, el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, denunció los intentos de obstruir las labores de respetados defensores de los derechos, por lo que llamó al Kremlin —gobierno con el que hay severas diferencias— a frenar el acoso contra el sector; mientras que la gestión de Olaf Scholz tachó de “incomprensible” arrebatar la voz a movimientos que han tenido una lucha irrenunciable para exponer y documentar graves violaciones a los derechos humanos, labor que le ha valido nominaciones al Nobel de la Paz y el galardón Sájarov en 2009.

En tanto, Amnistía Internacional (AI) recriminó las nuevas medidas rusas contra esta organización, recordando que desde hace tiempo ha intentado contenerla, y advirtió que su cierre será una pérdida irreparable para el mundo, por su defensa de los derechos humanos.

  • El dato: Hace más de una década este sector participó en la filmación de un documental para exponer las desapariciones forzadas por el Ejército en la aldea Zumsoy.