Temperaturas elevadas

ONU pide conciencia ante infierno de calor

Advierte que por el cambio climático temperaturas como las que azotan a Europa se multiplicarán por lo menos hasta 2060; Reino Unido, con récord de 40.2º; alertan por daños a la salud, agricultura...; en la imagen turistas se refrescan en la Fuente de Neptuno, en Berlín

ONU pide conciencia ante infierno de calor.
ONU pide conciencia ante infierno de calor.Foto: Reuters
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La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su organismo especializado en meteorología, hizo un llamado ayer a una “toma de conciencia” de los dirigentes frente a las olas de calor como la que actualmente azota a Europa occidental.

El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, declaró que estas olas de calor se verán con más frecuencia debido al cambio climático y pronosticó que se multiplicarán en las siguientes décadas.

“Espero que este tipo de eventos conllevará una toma de conciencia de muchos gobiernos y tendrá un impacto en el voto en los países democráticos”, añadió Taalas, refiriéndose a la actual ola de calor, durante una conferencia de prensa ofrecida junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la sede del organismo, en Ginebra, Suiza.

Por medio de una analogía deportiva, Petteri Taalas explicó que “hemos dopado a la atmósfera inyectando más Gases de Efecto Invernadero, sobre todo dióxido de carbono”, por lo que el calentamiento y otras tendencias “continuarán al menos hasta 2060, independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático”.

El especialista agregó que en el futuro este tipo de olas de calor serán normales y se verán extremos aún más fuertes. “Hemos lanzado tanto dióxido de carbono a la atmósfera que la tendencia negativa continuará en las próximas décadas y de momento no hemos sido capaces de reducir nuestras emisiones mundiales”, subrayó.

Esperamos ver grandes impactos en la agricultura.
Durante las anteriores olas de calor en Europa, perdimos gran parte de las cosechas. Y en la situación actual esta ola de calor va a tener un mayor impacto negativo en las
actividades agrícolas

Petteri Taalas, Secretario general de la Organización Meteorológica Mundial

Petteri Taalas también advirtió que el aumento de las temperaturas tiene consecuencias en la salud, por lo que se espera un aumento de las muertes entre los ancianos y enfermos.

Asimismo, el secretario general abundó en que ya se ha perdido la partida en lo que respecta al deshielo de los glaciares. “Esperamos que el deshielo de los glaciares continúe durante los próximos cientos de años o incluso miles de años… El aumento del nivel del mar continuará durante el mismo periodo”, lamentó.

Por su parte, la doctora María Neira, directora de Salud Pública y Medioambiental de la OMS, explicó que las olas de calor también actúan como una especie de tapa atmosférica, atrapando contaminantes y degradando la calidad del aire, con consecuencias negativas para la salud, sobre todo para personas vulnerable.

“El cambio climático está afectando a nuestra salud de muchas maneras, no sólo por las olas de calor, que tienen consecuencias directas”, sino también en otros ámbitos de la atención sanitaria esencial, como el incremento de los niveles de enfermedad”, agregó la doctora.

María Neira abundó que está en juego el acceso fiable a los alimentos y al agua, ya que los niveles de producción agrícola “están en riesgo” y “seguramente habrá escasez de agua”.

“Esperamos ver grandes impactos en la agricultura. Durante las anteriores olas de calor en Europa, perdimos gran parte de las cosechas. Y en la situación actual –la crisis alimentaria mundial a causa de la guerra en Ucrania– esta ola de calor va a tener un mayor impacto negativo en las actividades agrícolas”, complementó Taalas.

Gráfico
Gráfico

El calor extremo en Europa Occidental está provocando devastadores incendios forestales en Francia y España, así como una sequía sin precedentes en Italia y Portugal, mientras que Gran Bretaña ha registrado este martes la temperatura más alta de su historia, con más de 40 grados centígrados, medidos en el aeropuerto londinense de Hearthrow.

La agencia meteorológica británica Met Office registró una lectura provisional de 40.3 grados centígrados en Coningsby, en el este de Inglaterra, rompiendo el récord establecido apenas unas horas antes. Antes del martes, la temperatura más alta registrada en Gran Bretaña fue de 38.7 grados centígrados, alcanzada en 2019. Más tarde, 29 lugares en el Reino Unido habían batido el récord.

El científico jefe de Met Office, Stephen Belcher, dijo que tales temperaturas en Gran Bretaña eran “prácticamente imposibles” sin el cambio climático provocado por los humanos. Advirtió que “podríamos ver temperaturas como ésta cada tres años” sin una acción seria sobre las emisiones de carbono.

El clima sofocante en el país insular ha interrumpido los viajes, la atención médica y las escuelas. Muchos hogares, pequeñas empresas e incluso edificios públicos, incluidos hospitales, en Gran Bretaña no tienen aire acondicionado, un reflejo de lo inusual que es ese calor en el país más conocido por la lluvia y las temperaturas suaves.

Una gran parte de Inglaterra, desde Londres en el sur hasta Manchester y Leeds en el norte, permaneció bajo la primera advertencia “roja” del país por calor extremo el martes, lo que significa que existe peligro de muerte incluso para las personas sanas.

Tales peligros se podían ver en Gran Bretaña y en toda Europa. Se informó que al menos seis personas se ahogaron mientras intentaban refrescarse en ríos, lagos y embalses en todo el Reino Unido. En España y el vecino Portugal, se informaron cientos de muertes relacionadas con el calor en la ola de calor.

Los expertos en clima advierten que el calentamiento global ha aumentado la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, con estudios que muestran que la probabilidad de que las temperaturas en el Reino Unido alcancen los 40 grados centígrados ahora es 10 veces mayor que en la era preindustrial.

El calor extremo también asoló otras partes de Europa. En París, el termómetro de la estación meteorológica más antigua de la capital francesa, inaugurada en 1873, superó los 40 grados centígrados por tercera vez. Los 40.5 grados medidos allí por el servicio meteorológico Meteo-France el martes fueron la segunda lectura más alta de la estación, superada sólo por 42.6 grados en julio de 2019.

La sequía y las olas de calor vinculadas al cambio climático también han hecho que los incendios forestales sean más comunes y más difíciles de combatir.