Urge ONU 600 mdd antes de que empeore la crisis afgana

Al advertir que en menos de un mes la crisis humanitaria en Afganistán empeorará, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, llamó a todos los países a solidarizarse con ese pueblo.

El líder del organismo urgió a recaudar poco más de 600 millones de dólares para llevar alimento y garantizar atención médica esencial y hasta vacunas contra el Covid-19 a 11 millones de afganos o de lo contrario “muchas personas podrían quedarse sin alimentos” a finales de septiembre, plazo en el que prevén se alcance el momento más peligroso después de décadas de dolor e inseguridad; es decir, calculan un monto de poco más de 50 dólares por persona.

Al encabezar una reunión en Ginebra, el organismo alertó que sin el respaldo internacional se provocaría un retroceso de 20 años de logros en la región, misma que ya enfrenta una de las peores crisis históricas, pues uno de cada dos ciudadanos se vio afectado desde la toma del poder del Talibán, hecho que detonó la salida apresurada de tropas extranjeras; además, calculan que uno de cada tres ciudadanos no sabe cómo obtendrá su siguiente alimento.

Por ello, Guterres convocó a los líderes mundiales a implementar mecanismos para coordinar la ayuda humanitaria antes de que llegue el invierno, temporada en que consideran se agravará el deterioro económico, el conflicto interno, así como la sequía, que influye directamente en la producción de comida, por lo que el área de Agricultura y Alimentación del organismo (FAO, por sus siglas en inglés) demandó recursos para mantener la cosecha de trigo en varios puntos de Afganistán y para salvar al mayor número de animales de granja, acciones para las que calcula se requerirán hasta 36 millones de dólares.

Del monto solicitado por la ONU, el gobierno de Joe Biden se comprometió a destinar casi 10 por ciento, al ofrecer ayuda humanitaria por 64 millones de dólares. Sin poner condiciones para la entrega, reconoció que existen dudas sobre la respuesta del Talibán, grupo que tomó el poder desde el pasado 15 de agosto y sólo da señales de obstaculización e intimidación, así como violaciones a derechos humanos, según el gobierno que puso fin a la ocupación.

Al respecto, Guterres resaltó que hay un compromiso de este movimiento, que ya instauró un gobierno interino para hacer llegar el apoyo a los más necesitados; incluso, agregó que existe la promesa de proteger al personal humanitario; mientras que el principal portavoz yihadista, Zabihulla Muyahid, reiteró que en casi un mes han dado muestras de seguridad y cooperación, por lo que esperan un apoyo recíproco, especialmente con comida y medicinas, pues admiten que éstas ya escasean en la nación.

Durante el encuentro para evaluar la situación, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sostuvo que la región se encuentra en una situación muy peligrosa, por la crisis humanitaria y también de derechos humanos, luego de que se reportaran violaciones, como ataques con látigos y municiones reales contra ciudadanos que rechazan al nuevo régimen.

En tanto, el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, quien llegó a la región, indicó que ya suman 3.5 millones de desplazados y muy pronto la situación podría aumentar drásticamente tanto al exterior como al interior del país. Y de este gran total, alrededor de 300 mil son niños, quienes cambiaron de domicilio por el conflicto que se agravó en los últimos meses.

Y agregó que con la llegada del respaldo mundial, se destinarán recursos económicos para la salud y para programas de reasentamiento de quienes siguen en la región.

Incluso, puntualizó que del total de fondos al menos 30 millones serán para necesidades urgentes para 1.6 millones de niñas y mujeres que se encuentran en riesgo, según sus pronósticos.

Por separado, la directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore, advirtió que la cifra de menores desplazados sigue al alza y se corre el riesgo de que muchos de ellos sean reclutados por combatientes.

Evade Blinken críticas. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, rechazó los cuestionamientos de legisladores, principalmente de republicanos, en su primera audiencia tras la salida de Afganistán, considerada por este sector como una “rendición”.

A dos semanas de concluir la guerra y sacar a más de 120 mil ciudadanos, soldados y aliados de la región, el funcionario ratificó ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes la postura del presidente Joe Biden.

Incluso, parafraseó sus últimos discursos al afirmar que no había justificación para alargar esa guerra ni evidencia que mostrara que permanecer un día más haría un cambio; por el contrario pudo provocar una nueva amenaza, ante lo que algunos legisladores lo tacharon de mentiroso por lo hecho en Kabul.

Y recordó que, aunque la decisión fue heredada de la gestión de Donald Trump toda la estrategia, que Biden calificó de exitosa, fue realizada por la actual gestión demócrata.

Blinken indicó que ésta aún no termina, pues garantizarán el apoyo a quienes siguen en ese territorio, con el respaldo de Qatar, nación a la que se mudó su representación diplomática. Y hoy enfrentará más críticas, pero ahora en el Senado.